La Universidad de Granma anunció este lunes en redes sociales que dispone de 1,200 plazas en distintas carreras para los estudiantes de enseñanza media que suspendieron los exámenes de ingreso a la educación superior.
Alexey Rodríguez Benítez, Secretario General de la Universidad de Granma, afirmó que los jóvenes tendrán la oportunidad de solicitar diez opciones, de acuerdo a sus intereses.
En Twitter, una usuaria identificada como Lisset Urquiza, opinó que "permitir que los estudiantes desaprobados ingresen a las universidades es una burla y deja claro que los exámenes son pura pantomima".
"Los hubiesen cancelado y listo, se ahorra tiempo, esfuerzo y dinero del estado y la familia", señaló.
Otro usuario consideró que esta medida puede ser desalentadora para los estudiantes que sacan buenas notas. "¿De qué vale que estudien y que se esfuercen? Eso lejos de ayudar, lo que provocará es una masividad que nunca traerá calidad", dijo.
En una información posterior, la Universidad de Granma puntualizó que más de 400 estudiantes de preuniversitarios de todos los municipios de la provincia, que habían suspendido las pruebas de ingreso, ya habían llenado las boletas para optar por una carrera.
Pero la medida del centro de estudios granmense no toma a casi nadie por sorpresa en Cuba. Desde 2020, el Ministerio de Educación Superior (MES) decidió que todos los estudiantes de preuniversitario podrían acceder a las universidades del país, sin importar si aprobaban o no los exámenes de ingreso. Incluso si no se presentaban a los mismos, podrían acceder a carreras.
“Usted se presenta a los exámenes y compite por una plaza, pero aunque no apruebe los exámenes puede alcanzar una carrera universitaria”, aseguró el año pasado René Sánchez Díaz, director de Ingreso y Ubicación Laboral del MES.
Las autoridades educativas han advertido de que serán priorizados quienes hayan aprobado, a la hora de otorgar las plazas, pero los exámenes, por lo pronto, ya no serán más un requisito indispensable.
En febrero de este año, Sánchez Díaz indicó que para este curso habría un total de 100,022 plazas en todo el país. Cifra que representa 9,000 más que las disponibles el año anterior.
Lejos de suponer una política de democratización de la enseñanza, esto podría deberse al incremento de la emigración de cubanos hacia distintos países, ante la falta de oportunidades y libertades que impera en la isla. Y los profesionales suelen ser los primeros en abandonar Cuba, cuando aún no han cumplido ni los 30 años de edad.
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