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El jefe de Redacción de Alma Mater, Yoandry Ávila Guerra,r decidió abandonar la revista, tras despido de su director Armando Franco Senén.
Aunque no dio detalles de las razones de su salida, Yoandry Ávila Guerra cambió el estado laboral en su perfil de Facebook este martes, en el que se puede leer que “dejó de trabajar en Revista Alma Mater”, luego que se diera a conocer la remoción de Franco Senén por parte del Buró Nacional de la Unión de Jóvenes Comunistas.
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Ávila Guerra nació en La Habana en 1988 se graduó en la especialidad de Gestión y Preservación del Patrimonio, en el Colegio Universitario San Gerónimo de la capital cubana, pero se enfocó hacia el periodismo en los últimos años.
Además de su trabajo en la revista Alma Mater, fue redactor, reportero y fotorreportero del sitio digital Cubaperiodistas.
También ha colaborado con diversos medios impresos y digitales como Juventud Rebelde, El Caimán Barbudo, Somos Jóvenes, Juventud Técnica, Muchachas y Cubadebate.
El despido de Franco Senén como director de la revista ha suscitado una ola de solidaridad pública de amigos y colegas del joven periodista muy poco frecuente en la isla.
Tampoco su empleador, la UJC, dio razón alguna de la destitución de Armando Franco de la revista, en la que bajo su dirección se abordaron temas polémicos que en otros medios estatales no se exponían.
La reconocida periodista avileña Katia Siberia, del medio oficial Invasor, fue una de las primeras voces en salir a cuestionar la decisión de la máxima dirección de la UJC en la isla y aseguró que hasta ese momento había existido su “militancia y respeto” por esa organización.
También añadió que “veía en Alma Mater lo que los jóvenes pueden hacer desde el periodismo. Lo veía en Armando y ahora solo veo a una organización cobarde, que teme a las verdades y se ‘apropia’ de la revista de los universitarios para contar el país que quieren que seamos, no el que somos”.
En defensa del exdirector de Alma Mater, igual salió el periodista Ariel Montenegro, quien labora en el Festival Internacional de Cine de Gibara, y lo definió como "un hombre inteligente, íntegro, revolucionario y patriota", que como director de la Alma Mater la convirtió en el único medio estatal que era tenido en cuenta en importantes debates nacionales.
"Se me ocurren otros muchos medios de prensa que son el hazmerreír o el somnífero del pueblo cubano, utilizados como un repositorio acrítico de la posición y los comunicados oficiales, de donde grandes periodistas piden la baja en números preocupantes, y cuyos directivos son 'personalidades' de la prensa en Cuba, tienen acceso a los ministros, al presidente del país y a los recursos para hacer periodismo que nunca tuvo Alma Mater, y sobre todo, mantienen sus puestos por años, décadas", cuestionó.
La joven Lisbeth Moya González, miembro de la UNEAC, alegó que en Alma Mater era el único medio donde sus redactores "hacían periodismo y se colaban por las grietas de todas las consignas y lo intentaban con fuerza y se notaba".
"He visto malas decisiones suceder en los últimos años en este país, pero con esta última se dieron un tiro en la cabeza. Algo bueno quedaba, algo ahí que a los tan desalentados estudiantes y recién graduados de Periodismo nos decía que quizás, tal vez, de alguna manera podíamos hacer periodismo en todo el sentido de la palabra", aseguró.
Andy Jorge Blanco, periodista de Cubadebate, afirmó sentirse decepcionado con la medida.
"Sucede así, vertical descendente, con una facilidad espantosa. Qué importa lo que digan los lectores. Qué importa lo que diga el gremio. Qué importa el buen Periodismo. A nosotros nos jodemos nosotros mismos, y es eso justamente lo que jode, para no decir otra cosa. Unos intentan tragarse a otros para engordar. Pena, decepción, tristeza, preocupación por el Periodismo que hacemos, por el que haremos, por los silencios, por el futuro. Por la impunidad", comentó.
El periodista Oniel Díaz Castellanos le deseó a Franco Senén que en el medio del dolor, se creciera. "Esa es la única manera de ganar esta partida y demostrar que quienes se equivocan son los que hoy te apartan. Los buenos son los que ganan a la larga".
Armando Franco es esposo de Ania Terrero, periodista de Cubadebate. Su suegro es Ariel Terrero, vicepresidente de la oficialista Unión de Periodistas de Cuba (UPEC) y su suegra, Dixie Edith, laboró muchos años en Juventud Rebelde y Bohemia, antes de pasar al Centro de Estudios Demográficos.
Su esposa Ania, también se sumó a la ola solidaria de Franco Senén y dijo este miércoles en su perfil de Facebook que “Alma Mater ha sido el centro de su vida, de la nuestra, durante los últimos tres años. Le (nos) ha robado tiempo con Ainoa [hija de ambos], amistades, oportunidades de trabajo, superación. Le (nos) ha costado discusiones, lágrimas, noches sin dormir, sudor, decepciones. También le (nos) ha dado muchas alegrías, satisfacciones, esperanzas. Y solo por eso vale la experiencia: por lo que quedó.
Añadió, que “yo no sé qué sentiré mañana, no sé qué sentirá él. Quizás encuentre razones para no parar, para intentarlo una y otra vez. Hoy tengo impotencia, y tristeza, y miedo, por el futuro”.
“Cuando me enteré, le dije: ‘Estoy orgullosa de ti, sé que no te sirve de nada, pero estoy orgullosa de ti’. Ocho horas después, en estas redes a ratos asquerosas -que tantos dolores de cabeza nos han dado en los últimos meses- se respira orgullo, agradecimiento, indignación. Y eso, en medio de tanto, me da luz. Tanta gente no puede estar engañada. Tan equivocado no estará, no estaremos. Ojalá en algún punto eso sea suficiente”, concluye su publicación.
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