El gobierno cubano retomará la producción de preparados con paja y miel de caña para alimentar al ganado vacuno ante la escasez de pienso en el país.
La Universidad de Holguín propuso la medida para "reducir considerablemente la falta de comida que, con carácter cíclico, afecta a los animales en periodos secos, cuando los pastos se agotan en la mayoría de las áreas de pastoreo", informó el diario oficialista Granma.
El doctor en Ciencias Técnicas Rolando Simeón Monet propuso reactivar una instalación industrial que procesaba ambos elementos, y los convertía en una mezcla llamada "pajumel".
La misma, producida en la planta creada en el central Urbano Noris en 1981, tenía "amplia demanda" entre los ganaderos de la región oriental.
Sin embargo, la instalación fue desactivada como consecuencia del redimensionamiento del sector azucarero, pero puede ser reactivada ya que en el propio central Urbano Noris se sigue generando un volumen alto de paja, que mayormente se quema sin beneficio alguno, detalló el experto.
Dijo asimismo que la miel se usaría rebajada a menos del 40 % de la fórmula inicial, "sin que ello merme las cualidades nutricionales" del producto final.
La escasez de piensos no solo ha afectado al ganado vacuno en Cuba, sino también la cría de cerdos, cuyos precios ante la escasez se han quintuplicado en los últimos meses.
En la provincia Las Tunas, vecina de Holguín, la masa porcina se redujo de forma alarmante en los últimos años, al punto de que hoy el gobierno solo cuenta con 6,839 cerdos en toda la provincia.
La empresa porcina reconoció que la situación se ha agravado por la falta de piensos, lo que obligó a la mayoría de los productores a abandonar los convenios con el estado.
"Explicó que en 2019 –cuando la empresa garantizaba el 70% de la alimentación de los animales– contaban con 200 convenios con criadores de cerdo, pero estos quedaron sin efecto ante la escasez de alimentos para las crías, y actualmente solo cinco productores se mantienen activos en todo el territorio", reconoció esa entidad.
En otras regiones los campesinos recurrieron a la cría del cerdo chino criollo ante escasez de alimentos específicos que requieren otras razas, mientras que el gobierno no parece ofrecer soluciones concretas a la situación.
El régimen inició en 2019 la construcción de una fábrica de alimento animal para “recuperar la producción de piensos”, pero la falta de insumos provoca atrasos en el montaje de la instalación, ubicada en Santiago de Cuba, donde solo se ha ejecutado el 10%.
Mientras las soluciones del estado, que incluyen incluso la siembra de moringa, cuyo cumplimiento también es deficiente, se concretan, los cubanos siguen sin ver la carne en la mesa y pagando, a precio de oro, la poca que consiguen.
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