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El gobierno de La Habana prometió construir 107 casas para las familias de El Fanguito, un barrio afectado este fin de semana por la crecida del río Almendares, a pesar de la deuda de centenares de viviendas con los damnificados de eventos climatológicos anteriores.
Desde el viernes intensas lluvias en el occidente de Cuba provocaron la crecida del Almendares, que inundó esta barriada situada a 400 metros de su desembocadura, y dejó sus viviendas cubiertas de fango.
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En una reunión el domingo Reinaldo García Zapata, gobernador de la ciudad, "insistió en definir dónde se construirán alrededor de 107 nuevas viviendas para los damnificados de El Fanguito", donde 600 personas fueron afectadas y hay 150 núcleos con grandes daños, según un reporte de la Agencia Cubana de Noticias.
Dijo, además, que las autoridades "desarrollarán un plan de atención diferenciado hacia las comunidades afectadas como son La Escalera, Indaya, El Callejón de Andrade, La Polar y La Timba, sitios que, en su mayoría, pertenecen a los barrios vulnerables en transformación".
Con este anuncio se acrecienta la deuda habitacional del gobierno cubano con la población del país, donde en 2021 había un déficit de 862.879 casas, y quedaba pendiente la construcción de 51.619 viviendas afectadas por eventos climatológicos, de acuerdo con una nota de la presidencia cubana en 2021.
Al respecto, el pasado sábado trascendió la denuncia de un cubano que vive en una choza con piso de tierra desde el paso del huracán Irma por la provincia de Sancti Spíritus hace cinco años, sin que el régimen haya dado solución a su problema.
Solo en Pinar del Río, una de las provincias que más frecuentemente recibe el impacto de los huracanes, hay viviendas damnificadas que esperan por ser levantadas hace 10 años, ha reconocido el propio gobierno.
Al cierre de 2020 el fondo habitacional del país era de 3.946.747 casas, de las cuales solo el 63% se encontraban en buen estado técnico. El resto de las viviendas (1.452.852) estaba calificado de regular y mal.
El domingo se informó que las fuertes lluvias del fin de semana en el país dejaron 290 derrumbes, de los cuales 148 ocurrieron en La Habana.
En ese contexto, el énfasis de las autoridades en proveer a los barrios marginados de vivienda digna parece estar encaminado a calmar los ánimos de la población, especialmente cuando se avecina el primer aniversario de las protestas antigubernamentales del 11 de julio.
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