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Más de 2,300 trabajadores estatales en riesgo de desempleo en Sancti Spíritus

El eufemismo de “disponibilidad laboral” enmascara el verdadero drama que enfrentan estos miles de trabajadores espirituanos: la pérdida de sus empleos y, por consiguiente, de sus salarios, lo cual repercute en la economía de sus familias.

Trabajadores de la Industria Alimentaria © Escambray / Xiomara Alsina
Trabajadores de la Industria Alimentaria Foto © Escambray / Xiomara Alsina

Este artículo es de hace 1 año

El paquete de medidas aprobadas para el "fortalecimiento de la empresa estatal socialista" es la causa de que más de 2,300 trabajadores de Sancti Spíritus enfrenten un proceso de “disponibilidad laboral”.

El eufemismo de “disponibilidad laboral” enmascara el verdadero drama que enfrentan estos miles de trabajadores espirituanos: la pérdida de sus empleos y, por consiguiente, de sus salarios, lo cual repercute en la economía de sus familias.

En un momento en que la inflación se ha disparado, y la escasez generalizada y los altos precios golpean a las familias cubanas, el despido de más de 2,300 trabajadores de empresas estatales es una preocupante noticia para los espirituanos.

La autonomía para despedir trabajadores es una de las prerrogativas concedidas jurídicamente a las empresas estatales para alcanzar la eficiencia económica, lo cual “debe redundar en un alza productiva y de servicios”, según el periódico Escambray.

Un artículo publicado este lunes en el medio oficialista espirituano subrayó las preocupantes consecuencias de un proceso de “ajuste” empresarial estatal que termina con miles de trabajadores desempleados en un momento de aguda crisis económica en el país.

Datos de la Subdirección de Empleo de la Dirección Provincial de Trabajo y Seguridad Social indican que la Empresa Integral Agropecuaria prevé el paso de 350 trabajadores a la condición de “disponibles”.

La Porcina prevé que sean 281; la Industria Alimentaria, 200; la empresa de Transporte, 192; Acopio, 179; la Agroindustrial de Granos Sur del Jíbaro, 123; la Agropecuaria Obdulio Morales, 122; y en la de Tabaco Torcido se prevé el paso de 100 trabajadores a la condición de “disponibilidad laboral”.

“Habría que preguntarse si cortar el vínculo laboral acaso no es el camino más fácil encontrado por algunas administraciones en la búsqueda a ultranza de ese objetivo [la eficiencia], que presupone la obtención de utilidades y su reparto en los colectivos”, cuestionó el periodista Enrique Ojito en su artículo “Quedar disponible, quedar en la calle”.

Otras críticas hechas por Ojito apuntaron a “despidos” de “personal directo, en lugar del indirecto o de apoyo”, y desviaciones de la legislación a la hora de justificar procesos de “disponibilidad” en las empresas del Estado.

“En el sector estatal los trabajadores pueden ser declarados disponibles debido a procesos de reorganización de los órganos, organismos, entidades nacionales, consejos de la administración y organizaciones superiores de dirección empresarial”, recordó el periodista oficialista.

“También se justifica al suceder cambios técnicos o tecnológicos, al disminuir el nivel de actividad, al estudiarse la organización del trabajo u otras medidas que permitan un uso más racional de la fuerza de trabajo, y al fusionarse o extinguirse entidades”, añadió subrayando el principio rector de “idoneidad demostrada” que muchas veces no rige estos procesos, así como el papel de los sindicatos en estos “procesos”, entre otras cuestiones.

“Alguien pudiera cuestionar qué representan unos 2,300 trabajadores a punto de quedar sin plaza, en relación con los más de 110,000 espirituanos vinculados al sector estatal. Matemáticamente, casi nada; humanamente, muchísimo, porque dígase sin rodeo, quedar disponible es quedar en la calle”, concluyó Ojito.

Con una población de 465,931 habitantes (2017), en la provincia de Sancti Spíritus más de un tercio de su población activa está empleada en las empresas estatales, sin contar los funcionarios de la administración y el gobierno, “cuadros” del Partido Comunista de Cuba (PCC), maestros, médicos, policías y militares, entre otros asalariados del Estado cubano.

Esa es la pregunta realmente importante que deben hacerse los cerca de 302,000 espirituanos en edad laboral (aproximadamente un 65% de su población total). ¿Cómo es posible crear riqueza con casi la mitad de la población activa trabajando para un Estado totalitario que lleva más de 60 años intentando construir una economía y sociedad socialistas?

"La empresa estatal socialista es el sujeto principal de la economía nacional; dispone de autonomía en su administración y gestión; desempeña el papel principal en la producción de bienes y servicios, y cumple con sus responsabilidades sociales, según lo establecido en la Constitución de la República", dice el Artículo 20.1 de la Constitución cubana.

En mayo de 2021, el gobierno cubano publicó las normas jurídicas que amparan el paquete de 15 medidas económicas que buscan el fortalecimiento y la transformación de la empresa estatal socialista.

Los decretos leyes No.34 “Del Sistema Empresarial Estatal Cubano” y el No.36 “Modificativo de la Ley 105 ‘Ley de Seguridad Social’”. Además, el Decreto 39, “Modificativo del Decreto 283 Reglamento de la ‘Ley de Seguridad Social’”, aparecieron publicados en la Gaceta Oficial No.51.

A finales de abril del año en curso, el gobernante y primer secretario del PCC, Miguel Díaz-Canel, afirmó que el Partido busca prosperidad y “riqueza espiritual superior”.

Además, “lucha por una prosperidad que abarque desde la alimentación hasta la recreación, que incluya el desarrollo científico, una riqueza espiritual superior, el bienestar y que empodere el diseño de lo funcional y lo bello”, señaló el líder de la "continuidad".

Todas las soluciones que vayamos a darles a los problemas económicos tienen que ser soluciones socialistas, tienen que ser transformaciones socialistas, que nos permitan recuperar equilibrios sociales y mantener la propiedad social como hegemónica”, concluyó el gobernante cubano.

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Iván León

Licenciado en periodismo. Máster en Diplomacia y RR.II. por la Escuela Diplomática de Madrid. Máster en RR.II. e Integración Europea por la UAB.


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