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El periódico Granma, órgano oficial del Partido Comunista de Cuba, amenazó con "armar al pueblo" en el primer aniversario del 11J, para intimidar a los cubanos ante un nuevo intento de protesta.
En un artículo titulado “Defender la patria es un derecho y un deber refrendado por nuestra ley de leyes”, su autor, Raúl Antonio Capote (confeso agente "Daniel" de la Seguridad del Estado) insiste en culpar a Estados Unidos del estadillo social de hace un año en la isla y se ampara los artículos 4, 45 y 90 de la Constitución de la República para implantar el terror en los que sugren apagones, escasez de medicamentos y comida y una inflación galopante.
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Lo anterior permite acusar de traidor a la patria a todo el que se rebele contra el poder, esgrimir las armas y justificar su uso en contra de manifestantes pacíficos, como ya sucedió el 11J de 2021, y cercenar garantías constitucionales.
Desconociendo el derecho a la manifestación pacífica y a la libre expresión, el vocero del PCC insiste en que las protestas antigubernamentales del 11 de julio “formaban parte de un plan mayor de la Casa Blanca”.
De acuerdo con el medio oficialista, el mencionado plan partía del “manual de Gene Sharp– con acciones como las ocurridas en el barrio de San Isidro, o como las provocaciones frente al Ministerio de Cultura y otras instituciones”.
Como prueba de que las protestas del 11J “fueron acciones tramadas y pagadas desde Washington”, el agente Daniel alude al apoyo de políticos estadounidenses, medios de comunicación no oficiales y foráneos y figuras del exilio a los manifestantes para de manera forzada resposabilizarlos por lo que a todas luces fueron sucesos espontáneos protagonizados la sociedad civil cubana.
De esta forma, llama “campaña de miedo y satanización contra la Revolución Cubana” al hartazgo del pueblo cubano en medio de una crisis sanitaria, económica y política agudizada por el mal manejo de la pandemia y un reordenamiento monetario que aumento el costo de la vida y de la represión en la isla.
Según el agente, quienes usarían las armas en contra de los cubanos serían “los hijos y las hijas” de la revolución y echa mano a dos fantasmas del pasado, “la guerra de todo el pueblo” y las Milicias de Tropas Territoriales, como ejemplos de resistencia contra “el enemigo”, omitiendo a quienes realmente pueden portar armas en Cuba.
En un intento de exponer las excusas que dan luz verde a la violencia institucional contra manifestantes pacíficos, Granma anuncia el estado de alerta por parte de la oficialidad cubana ante un nuevo -y probable- estallido social, para el cual ya ha desplegado sus fuerzas militares y paramilitares, como los efectivos del MININT y las brigadas de respuesta rápida, en varios puntos del país bajo la fachada de nuevos ejercicios militares durante toda esta semana.
“Este ‘ejercicio militar’ se llama intimidación. La Dictadura tiene miedo, y le está diciendo al pueblo (una vez más) que será capaz de usar las armas cuando sea necesario por tal de mantenerse”, dijo el activista por los derechos LGBTI, Jancel Moreno sobre "Granma 2022", la movilización armada en Matanzas.
Asimismo, el régimen creó “La semana antimperialista en Holguín” que justifica el despliegue de efectivos armados. De acuerdo con fuentes consultadas por CiberCuba, carros patrulleros, Policías, agentes de civil y camiones del MININT convenientemente apostados en las principales plazas de la ciudad se suman a las ya acostumbradas Boinas Negras que custodian los comercios cada noche desde hace un año.
Otros usuarios de redes sociales, activistas y periodistas independientes en la isla también han denunciado acoso en los últimos días por parte de la Seguridad del Estado de cara al primer aniversario del estallido social del 11J.
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