Vecinos del barrio Alcides Pino, en Holguín, denunciaron la situación en que viven desde hace meses rodeados de aguas albañales que inundan la transitada calle Carlos Hidalgo, también conocida como “la calle de los coches”.
“Eso es agua de fosa”, dijo una persona vecina del lugar que hizo llegar un video a CiberCuba donde se muestra un largo trayecto lleno de agua sucia empozada en la calle. “Es una pudrición. La arreglan y dura una semana, casi siempre está así”, agregó.
Alcides Pino es uno de los barrios más densamente poblados del municipio de Holguín con más de 30 mil habitantes y la situación del derrame de las fosas lleva meses, sin que nadie busque una solución a largo plazo.
Las heces y la orina desbordadas de los registros de fosas se extienden, aproximadamente, "por un kilómetro y medio", indicó la fuente. A lo largo del pavimento lleno de baches se forman piscinas de agua putrefacta y pestilente que hacen insoportable la vida de los vecinos del lugar.
El más reciente mantenimiento de los viales en esta zona tuvo lugar el mes pasado, y ya “hace 20 días que está así”, agregó sobre el estado de la calle Carlos Hidalgo que conecta a la periferia norte con el centro de la ciudad. Otro morador del reparto asegura que el problema es viejo y “se forma un reguero de mierda con una peste...”
En el video, filmado desde un coche de tracción animal, se escuchan más personas quejarse de la situación sanitaria de la calle y del país, así como de los cortes de electricidad.
“En Aguas Claras todas las noches nos tumban la corriente” dice una pasajera que luego señaló el mal estado de la calle. “Y entonces, por la mañana, también te hacen así a veces”, interrumpió otro viajero en relación con los apagones. “¿Cómo no va a haber dengue y no va a haber de todo?”, cuestionó el señor.
En Holguín, la combinación de los serotipos 2 y 3 del dengue está causando casos “con signos de alarma” o de gravedad, informaron autoridades sanitarias a traves de la emisora Radio Angulo el miércoles último, sin precisar cifras de infectados en la provincia, una de las de mayor incidencia del virus.
No obstante, al día siguiente, el ministro de Salud Pública José Ángel Portal Miranda anunciaba que hasta el 10 de junio se contabilizaban 3,036 casos en todo el país, en medio de lo que llamó “una situación compleja” por la escasez de medicamentos e insumos médicos que, aseguró, no se resolverá a corto plazo”.
En apenas cinco días ha trascendido el fallecimiento de, al menos, cuatro personas por dengue hemorrágico, dos niñas y una embarazada y su bebé, en las provincias de Granma, Santiago de Cuba y Cienfuegos, mientras aumentan las denuncias de sobresaturación del sistema de salud por causa de la enfermedad.
A la crisis sanitaria se suma la crisis energética que provocó la suspensión de la fumigación contra el agente transmisor del dengue, el mosquito Ades Aegypti, y conspira contra el suministro de electricidad, para lo cual la dirección del país tampoco tiene soluciones, según declaraciones oficiales en la más reciente emisión de la Mesa Redonda.
Los prolongados apagones de las últimas semanas y la escasez de productos médicos impiden que, a falta de una eficaz labor de prevención y de control de vectores, las personas puedan espantar los mosquitos con el aire del ventilador, la climatización del aire acondicionado o con un simple repelente.
Entre las razones por las que el dengue se ha vuelto una presencia constante y peligrosa en Cuba están la pobre higiene en barrios y ciudades, así como el escaso mantenimiento de los viales que han propiciado la expansión de vertederos improvisados y empozamientos de aguas en calles como la Carlos Hidalgo de Alcides Pino, donde se multiplican los focos de Aedes.
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