Ryan Hadeed, residente en Pembroke Pines, en el sur de Florida, se declaró culpable este miércoles de solicitar, planificar y pagar el asesinato del novio de su expareja.
El individuo se enfrenta a un máximo de 10 años de prisión federal y a una multa de 250,000 dólares, informó el Departamento de Justicia del Distrito Sur de Florida en un comunicado.
Hadeed, de 43 años, admitió que en septiembre de 2021 envió una carta al presunto sicario solicitando servicios de asesinato.
“Necesito que alguien sea eliminado. Me han dicho que puedes arreglarlo. 10,000 dólares todo en efectivo y por adelantado. Persona localizada en Tampa”, escribió el acusado.
En esa carta y en otras dos posteriores, Hadeed daba instrucciones al presunto sicario para que señalara la aceptación de la oferta colocando hojas de papel marcadas en el escaparate de una tienda.
El 10 de noviembre de 2021, el presunto sicario recibió un último envío de Hadeed que incluía una descripción y fotos del novio de su ex, así como la dirección de la víctima, su probable horario de viaje y un plazo para el asesinato. En el sobre también había 10,000 dólares en efectivo.
Hadeed abandonó Estados Unidos el mismo día que el sicario recibió el dinero y las fotos. Luego, cuando regresó de su viaje internacional, se descubrieron pruebas adicionales del crimen.
Fue detenido y los fiscales federales presentaron un caso contra él en diciembre de 2021.
La audiencia de sentencia de Hadeed está programada para el 26 de octubre.
El blanco de las maquinaciones de Hadeed sigue vivo y mantiene una relación sentimental con su antigua novia.
A mediados de julio, un camionero residente en Miami fue sentenciado a 55 años de prisión por asesinar a su compañero de conducción en una carretera del este de Indiana.
Pavel Nery-González, de 50 años, apuñaló en el cuello y el hombro a Ángel Cruz mientras el hombre estaba al volante de su camión, en agosto de 2019. La víctima murió poco después en el Miami Valley Hospital en Dayton, Ohio.
Nery-González y Cruz transportaban productos de California a Nueva York para una empresa de camiones de Florida.
A finales de junio, por su parte, un hombre recibió un disparo mortal en una residencia en Homestead, según la policía de Miami-Dade, que investiga el hecho como un posible incidente de violencia doméstica.
Después de recibir llamadas alertando de disparos en la localidad, el Departamento de Policía de Homestead respondió a una emergencia en una residencia ubicada en el 12th Avenue y la 14th Street del noroeste, aproximadamente a las 3:23 a.m.
Desplazados hasta el lugar, los agentes de la policía descubrieron el cuerpo de un hombre que presentaba una herida mortal de bala, tirado en el callejón trasero de la 1389 NW y la 14th Street.
Los bomberos del condado acudieron a la escena y declararon muerto al hombre en el lugar. Al momento de redactar esta nota, se desconocen más detalles sobre el incidente. Según Telemundo 51, una mujer fue detenida y transportada a la Oficina de Homicidios para ser interrogada a fondo en relación con el hecho.
A principios de ese mismo mes, se conoció que el cubano de Hialeah que asesinó a su hermana podría haber matado también a su madre, quien fue encontrada muerta el mismo día que su hija.
La madre de Nelson Jesús Sosa fue encontrada desnutrida y acostada en una cama de su casa, pero su hijo aún no enfrenta cargos por esta muerte porque se deben esperar los resultados de la autopsia, según reporte de AméricaTeVé.
Los vecinos Miriam Sosa, de 84 años, la describieron como una persona buena, tranquila, todo lo contrario a su hijo, sobre quien consideraron que “era muy violento, a veces salía en ropa interior gritando por ahí”.
“Era un enfermo mental que se iba a convertir en un asesino, ahora es un asesino que ahora lo están tratando como un enfermo mental", sentenció otra residente en la zona, que piensa que lo sucedido se podía haber evitado.
Las autoridades comprobaron que Nelson estranguló y apuñaló en 21 ocasiones a su hermana, Mairym Sosa, de 53 años, quien fue descrita por su expareja como “muy buena persona, amable, de buenos sentimientos”.
El presunto asesino de las mujeres avisó a la policía de que su hermana y madre estaban muertas en su casa.
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