Un total de 185 residentes en la provincia de Ciego de Ávila están contagiados de dengue, informaron autoridades sanitarias, que afrontan, además, escasez de equipamiento para realizar las pruebas diagnósticas de la enfermedad.
La central provincia cubana reportó 740 casos febriles inespecíficos; de ellos, 185 contagios por dengue confirmados, para una tasa de infectación del 15%, hasta este domingo, con particular incidencia negativa en los municipios de Majagua, Ciro Redondo, Primero de Enero y Morón.
Hasta el momento, no se reportan fallecidos por dengue ni pacientes en estado grave, pero los responsables sanitarios de Ciego de Ávila están inquietos y creen que lo peor está por llegar, atendiendo a que, en la última quincena, la reactividad positiva llegó al 45,4%.
Las dificultades para el diagnóstico se asocian a la escasez de equipamiento, no a los insumos y reactivos, aclaró Domingo Molina Hernández, jefe del Programa de Arbovirosis en Ciego de Ávila, citado por el periódico provincial Invasor, en una crónica con datos dispersos y redacción que dificulta la comprensión de un tema de primordial interés para sus lectores y público en general; sobre todo, cuando las autoridades sanitarias reconocen altibajos en las labores antivectoriales por la crisis económica.
Además de las viviendas de los contagiados, se están fumigando las casas aledañas y aplicando radiobatidas y estudios biológicos en grandes depósitos de agua, en dependencia de la estratificación de riesgo y teniendo en cuenta que es más importante destruir las larvas que matar al mosquito adulto.
Habrá que entender que matar al mosquito que vuela con el tratamiento adulticida y no destruir la larva en un depósito de agua, salidero o basurero es como tirar con “balas salvas”, e igual sucede cuando cortarle alas a los Aedes aegypti no se asume como una tarea intersectorial.
La Dirección Provincial de Salud de Ciego de Ávila ya trabaja en clave de afrontar una epidemia; circunstancia que revela la gravedad de la situación, que obliga al gobierno local a diseñar una estrategia sanitaria, que no afecte al resto del servicio, como adelantó Osvaldo Ondarza Vergara, subdirector de Asistencia Médica.
El sistema del Médico de la Familia e ingresos domiciliarios masivos de enfermos sin complicaciones serán los ejes fundamentales del enfrentamiento; evitando detener las obras de rehabilitación de salas para usarlas como módulos de aislamiento de enfermos de dengue.
La proximidad de la epidemia de dengue ha revolucionado los dos hospitales provinciales para disponer de mayor número de camas convencionales, de vigilancia y terapia intensivas; en medio de obras de reparación, que se vienen ejecutando con anterioridad.
Por ejemplo, en Morón se atenderán partos y cesáreas de la zona sur de la provincia aprovechando la recién reparada sala de Gestantes A, y con la preparación de un salón para estos fines en la sala de Legrados.
En los hospitales ingresarán pacientes con sangrado de mucosas, intolerancia a la vía oral, caída brusca de temperatura corporal, dolor abdominal y petequias (manchas redondas y pequeñas que aparecen en la piel, a consecuencia de sangrados); niños menores de dos años y los que hayan padecido de coronavirus en los últimos tres meses, embarazadas y puérperas, además de enfermos con antecedentes de enfermedades crónicas descompensadas.
En los centros de aislamientos, uno por municipio, permanecerán contagiados de dengue carentes de condiciones adecuadas en sus casas para cumplir el ingreso domiciliario o con síntomas no graves, pero que ameriten un seguimiento permanente.
Recientemente, la sala de partos del hospital provincial "Antonio Luaces Iraola" sufrió un derrumbe parcial de su falso techo.
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