Las autoridades sanitarias de Guantánamo confirmaron 600 casos de dengue en ese territorio durante la última semana, tras realizar pruebas reactivas de IgM a más de 1,150 personas que se presentaron en centros asistenciales con síntomas febriles.
De acuerdo con el periódico local Venceremos estos números no representan todavía el mayor pico epidémico de la provincia, que debe ocurrir entre los meses de septiembre y octubre, según los comportamientos históricos de este virus.
No obstante, Rafael González Ramírez, especialista de epidemiología en el Centro provincial de Higiene, admitió que los contagios comenzaron a aumentar desde finales de mayo, lo que constituye un adelanto de la habitual curva de la enfermedad.
González Ramírez apuntó que este ascenso responde a cambios en el protocolo de tratamiento que “incluye, como novedad, el ingreso domiciliario para los pacientes sin factores de riesgo y que transiten la dolencia con sintomatología leve”.
Admitió además que no existen en Guantánamo los recursos necesarios para hacer frente a la propagación del dengue y que la única medida que pueden adoptar en este sentido es pedir a la población que reduzcan la focalidad en sus propias casas y vecindarios.
El funcionario agregó que el reporte de tantos casos se debe también a “una mejor vigilancia y menos tendencia al ocultamiento de los síntomas”, lo que permite tener una visión más precisa del avance de la epidemia. Los territorios con mayor cantidad de enfermos son el municipio cabecera, Caimanera y Manuel Tames.
Estas localidades presentan además la peor situación con respecto a los focos de mosquito aedes aegypti. En total la provincia registra 1,356 puntos de propagación del insecto para un índice de infestación de 1.0 y trasmisión declarada en el consejo popular Norte Los Cocos, de la ciudad capital.
Durante la última semana todos los municipios aumentaron los índices de infestación y focos, con la excepción de Manuel Tames, “donde se redujo ligeramente la tasa en un 18%, con 10 depósitos menos con presencia del vector transmisor del dengue y otras arbovirosis”.
Desde finales de julio último las autoridades sanitarias de Guantánamo habían reportado el aumento de los casos de dengue, que iba en paralelo con el crecimiento de los contagios de COVID-19. En esa fecha se reportaron 1,500 casos sospechosos del virus provocado por el mosquito aedes aegypti y 69 nuevos contagios de coronavirus.
Leonel Heredia, subdirector del Centro provincial de Higiene, Epidemiología y Microbiología en ese territorio, dijo que en el caso de los enfermos con dengue se trataba de garantizar la atención a quienes presentan formas graves del padecimiento, pues pueden desarrollar complicaciones neurológicas, hemorrágicas y cardiovasculares.
Otras provincias presentan también una complicada situación epidemiológica. En el caso de Ciego de Ávila se confirmaron más de 200 casos positivos de dengue en lo que va de 2022, con un total de 508 personas bajo sospecha de la enfermedad, para una reactividad de más del 50%.
También en Pinar del Río preocupa la transmisión epidémica de dengue en un área de salud del municipio cabecera y en otra de Consolación del Sur. Durante julio pasado se observó también un incremento en los índices de infestación por aedes aegypti, en Los Palacios, San Luis y San Juan y Martínez.
El 3 de agosto último el ministro de Salud Pública, José Ángel Portal Miranda, admitió que 11 provincias estaban en fase de transmisión, lo que implica altos niveles de contagios en 23 municipios y 33 áreas de Salud.
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