La producción y distribución diaria del pan normado en Santiago de Cuba está afectada por la escasez de harina y la falta de electricidad, según reconocieron autoridades locales.
En la ciudad capital existe un atraso considerable en la entrega del alimento a la población, principalmente en los distritos 1 y 5, de acuerdo con un reporte del programa televisivo “Santiago Hoy”, citado por el diario oficial Sierra Maestra.
La disponibilidad de harina es de 0,5%, es decir, su cobertura es solo para medio día, lo cual representa un déficit elevado e impide garantizar la venta en tiempo del pan, explicó Elizabeth Perera Segura, directora adjunta de la Empresa Provincial de la Industria Alimentaria. El resto de las materias primas para elaborar el producto se garantiza, afirmó.
Como en otras provincias del país, la interrupción del servicio eléctrico por prolongado tiempo es uno de los problemas que dificultan la producción y distribución de este alimento a los santiagueros.
Para encarar este problema y saldar la deuda con los consumidores, la dirección de la Empresa Alimentaria dispuso ajustar el horario de elaboración. De este modo, durante la madrugada se procede a producir panes y galletas para recuperar el plan.
“Tratamos de repartir galletas para suplir en ese momento la falta del pan. De igual forma se labora en la rehabilitación de los hornos de leña, para así no depender de la existencia de fluido eléctrico”, fueron las medidas aplicadas por las autoridades, según especificó el diario.
Asimismo, para evitar otras afectaciones en la calidad del producto, se les pidió a los repartidores de pan a domicilio (trabajadores cuentapropistas) que sus medios de transporte estuvieran avalados en cuanto a higiene y confort, informó Sierra Maestra.
Respecto a rumores circulados entre la población y en redes sociales, que apuntaban a la venta de pan normado exclusivamente para los niños y adultos mayores, fueron desmentidos por funcionarios del gobierno, según la nota. También negaron una supuesta prohibición a los trabajadores por cuenta propia de vender pizzas, panes y otros productos elaborados con harina.
En días pasados ya se había advertido que en Santiago de Cuba la escasez de harina y los apagones impedían la producción efectiva del pan. Funcionarios del gobierno aseguraron en esa ocasión que la elaboración del producto solo podía iniciarse cuando se repartía la materia prima en los distintos centros de producción, después de su arribo al territorio.
Muchas veces la harina llega cuando el pan ya debía haberse producido o comercializado, pero luego los panaderos deben lidiar con la interrupción de la electricidad que no permite cocinar el alimento en los hornos eléctricos.
Hace apenas dos semanas el director de la Empresa Provincial de la Industria Alimentaria, Jorge Luis Arce Ferrera, dijo que en la provincia recuperaron 120 hornos de leña para elaborar el pan cuando no haya electricidad y se instalaron 14 grupos electrógenos, pero al parecer las afectaciones persisten porque, además, no existe harina suficiente.
Esta crisis no es exclusiva del territorio santiaguero. El resto de las provincias sufren la misma situación con la elaboración y venta normada del pan, principalmente por el déficit de harina.
Aunque el Ministerio del Comercio Interior niega la crisis con la disponibilidad de harina, en provincias como Holguín la entrega del producto se ha retrasado hasta dos días por falta de esa materia prima y la asignación a Las Tunas también ha sido deficitaria, mientras los apagones tampoco dan tregua para la cocción del alimento.
Igualmente, La Habana no tiene suficiente harina para elaborar el pan normado. También priorizan la venta racionada y determinados sectores, pero presuntamente esta crisis no llega para el pan que se vende en moneda libremente convertible (MLC).
Cubanos denunciaron que este alimento esencial se vende en el mercado de 3ra y 70, del municipio Playa en La Habana, a 3,75 MLC la bolsa.
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