La situación epidemiológica en la provincia de Camagüey ha encendido las alarmas por el incremento de la tasa de incidencia de enfermos de dengue: 116,6 por cada 100 mil habitantes, según fuentes oficiales.
Los municipios que registran los índices más elevados de transmisión de la enfermedad son Esmeralda, Carlos Manuel de Céspedes, Guáimaro y Florida, informó el doctor Lexmilán Torralbo Pérez, jefe de Control Sanitario Internacional en Camagüey, según el diario local Adelante.
El especialista en Higiene y Epidemiología dijo que en esas localidades se realiza de manera intensiva la fumigación (tratamiento adulticida), de acuerdo con la localización de los casos.
Aseguró que este año no se han reportado fallecidos en la provincia a causa del dengue, aunque sí casos críticos que han sido salvados.
Sin embargo, Torralbo Pérez reiteró que la circulación en Camagüey de los cuatro serotipos de dengue, incluido el hemorrágico, constituye un alto riesgo para la salud.
En el tratamiento de los casos se aplica un protocolo para la atención médica en el primer nivel. Los pacientes con dengue, puntualizó, son clasificados en cinco grupos en correspondencia con los síntomas presentados.
Advirtió que los pacientes comprendidos en los grupos cero, uno y dos requieren ingreso domiciliario, con seguimiento del médico de familia para supervisar la evolución de la enfermedad.
Para los grupos tres y cuatro, que requieren hospitalización, se cuenta con 449 camas en centros hospitalarios, de estas, 361 están previstas para casos no graves, 82 destinadas a la vigilancia intensiva y seis en terapia intensiva, aunque, según confirmó Torralbo Pérez, no se reportan actualmente enfermos graves internados en terapia intensiva.
Las autoridades insistieron en la urgencia de realizar trabajos de prevención de focos de Aedes aegypti, especialmente en los depósitos de agua en las viviendas donde suelen alojarse las larvas.
Hace pocos días trascendió la noticia de que un niño camagüeyano había ingresado con dengue hemorrágico en el hospital pediátrico de la ciudad capital, y, aunque evolucionó favorablemente después de su llegada al centro, necesitó intubación endotraqueal y respiración artificial.
A inicios de este mes, se lamentó la muerte de dos doctoras de Matanzas por dengue hemorrágico. Las fallecidas fueron la ginecobstetra Yeliezer González y la epidemióloga Liana Delgado.
La alarma extendida por todo el país respecto al dengue fue transmitida también por el primer ministro de Cuba, Manuel Marrero Cruz, quien catalogó esta enfermedad como el principal peligro que afronta el país en cuanto a la sanidad.
En una reunión del grupo temporal de trabajo para la prevención del COVID-19 y del dengue, Marrero llamó a concentrar todas las fuerzas y recursos y darle prioridad al enfrentamiento a la transmisión de la enfermedad.
Reveló que hasta el pasado 3 de septiembre existía transmisión de la enfermedad en 14 provincias, 41 municipios y 58 áreas de salud y que la tasa de incidencia de casos sospechosos había aumentado en relación con la semana precedente.
Los territorios con mayores riesgos son, en orden descendiente: Santiago de Cuba, La Habana, Guantánamo, Isla de la Juventud, Camagüey, Las Tunas y Matanzas.
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