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Fallece destacado musicógrafo cubano Radamés Giro Almenares

Dentro de los reconocimientos que recibió están el Premio Nacional de Edición (1999), la Medalla Alejo Carpentier, la Distinción por la Cultura Nacional y la Orden Raúl Gómez García, entre otros.

Musicógrafo cubano Radamés Giro Almenares © Prensa Latina
Musicógrafo cubano Radamés Giro Almenares Foto © Prensa Latina

Este artículo es de hace 1 año

Tras una fecunda trayectoria en la investigación musical cubana murió el domingo en La Habana el musicógrafo y editor Radamés Giro Almenares, a los 82 años.

La noticia fue dada por el Instituto Cubano de la Música (ICM) a través de un comunicado publicado el 18 de septiembre, donde ensalzaba la obra de Giro Almenares en sus distintas facetas como investigador, escritor y gestor de una vasta obra editorial.

Nacido en 1940 en una familia de trovadores de Santiago de Cuba, Giro Almenares participó como brigadista en la Campaña de Alfabetización de 1960 y se graduó en la especialidad de Teatro en la Escuela Nacional de Instructores de Arte. Fue subdirector de la Escuela Nacional de Arte (1966-1970) con sólo 26 años.

Fundó la redacción de arte en la editorial Letras Cubanas en 1976, donde formó a sus especialistas y creó todas sus colecciones, según recoge el sitio AfroCubaWeb. La trascendencia de su quehacer editorial se evidencia en la promoción de investigaciones sobre la música, artes plásticas, ballet y arquitectura de Cuba, así como de la obra de autores noveles y de personalidades consagradas, cubanas y extranjeras.

Además del Diccionario Enciclopédico de la Música en Cuba (2007), su obra cumbre, Giro Almenares fue autor de cinco monografías y un volumen editado sobre música cubana, así como de un volumen sobre el compositor brasileño Heitor Villa-Lobos.

A partir de 2006 trabajó como editor principal de las Ediciones del Museo de la Música y, un año después, publicó el Diccionario Enciclopédico de la Música en Cuba, que resume cuatro décadas de investigación ininterrumpida y referente de obligada consulta, sergún destaca la nota del ICM citada por la agencia Prensa Latina.

Su Diccionario Enciclopédico de la Música en Cuba consta de cuatro volúmenes y unas 800,000 palabras. Las entradas van desde breves notas sobre diversos músicos y entidades hasta extensos ensayos de varias páginas sobre temas como la contradanza, el son, la salsa, la timba, la trova y la guitarra. También se incluyen varias docenas de ilustraciones, incluidas pequeñas reproducciones de partituras de una página. Abarca desde la música folclórica, artística y de salón de los siglos XIX y XX, religiosa afrocubana y la musicología, hasta la música popular comercial moderna, con estilos asentados como el mambo y chachachá a géneros importados recientemente como el rock y el rap, cultivados en la actualidad.

El profesor Peter Manuel, de la John Jay College of Criminal Justice (New York City, USA), considera que el Diccionario Enciclopédico de la Música en Cuba resulta una compilación magistral de datos sobre el amplio espectro de la música cubana.

“Giro incluye desapasionadamente entradas sobre todos los músicos importantes, sean residentes en Cuba o en el extranjero. Su cobertura ideológicamente neutral se extiende desde cantautores de la nueva trova políticamente solidarios (con el gobierno cubano) hasta exiliados abiertamente anticastristas como el saxofonista Paquito d'Rivera y el musicólogo Cristóbal Díaz Ayala”, apunta el académico egresado de la City University of New York (CUNY).

En 1991 y 1992 CUNY invitó a Giro Almenares a visitar la ciudad de Nueva York, viajes que fueron cruciales en la documentación necesaria para su Diccionario, como reconoció el propio autor en una de sus últimas entrevistas.

“Eso me permitió conocer, entre otros, a Mario Bauzá, Peter Manuel, Max Salazar, Rudy Calzado, Joe Cuba, Cristóbal Díaz Ayala y su esposa Marisa, Bob Sancho, Harry Sepúlveda, Chico Álvarez, Ned Sublette, Ralph Mercado… estar en la presentación del primer disco del grupo Niche, y en la escuela de música del Bronx, adquirir una voluminosa documentación que me permitió completar la información que ya había acumulado; estos dos viajes fueron decisivos en la conclusión del Diccionario…”, admitió en una entrevista para Radio Cadena Habana publicada en marzo de este año.

Al momento de fallecer Radamés Giro Almenares era asesor de una de las instituciones culturales más importantes del mundo, la Smithsonian Foundation (Estados Unidos) y miembro de la Unión de Escritores y Artistas de Cuba, que lamentó su fallecimiento en un escueto post de Facebook.

Dentro de los reconocimientos que recibió están el Premio Nacional de Edición (1999), la Medalla Alejo Carpentier, la Distinción por la Cultura Nacional y la Orden Raúl Gómez García, entre otros.

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