El dramaturgo cubano exiliado en España Yunior García Aguilera envió un mensaje este lunes a los que apoyan el régimen en Cuba para que rompieran con el adoctrinamiento y abrieran los ojos.
Desde sus redes sociales, García menciona pasajes de la historia reciente de Cuba y el mundo para ilustrar que la ignorancia no exime de culpas a los que apoyan regímenes totalitarios, especialmente a quienes conforman el aparato represivo.
Partiendo de las dolorosas enseñanzas del Holocausto, el artista señaló la responsabilidad de los soldados nazis en el exterminio de la población judía, a pesar de que no todos eran asesinos y de que muchos de ellos solo supieron de los crímenes de Hitler tras concluir la Segunda Guerra Mundial.
“Algunos se unieron al ejército bajo amenaza de muerte; otros creían que su deber sagrado era luchar por la patria donde nacieron, pero ninguna razón los hacía inocentes ante los horrores del nazismo”, dijo.
Para García, es difícil sopesar la magnitud de la situación cuando se es parte ella, se es víctima de la propaganda y se confunde “el patriotismo con las aspiraciones criminales de ciertos poderes”, agregó.
Asimismo, ilustró con ejemplos el apoyo o el silencio de muchos cubanos ante la injusticia y el crimen, por ejemplo, cuando los fusilamientos tras el triunfo de los barbudos en 1959, los actos de repudio de los años 80, así como los campos de concentración eufemísticamente llamados Unidades Militares de Ayuda a la Producción (UMAP).
También destacó la adaptabilidad del cubano a la desgracia y al éxodo, “a vivir de crisis en crisis, en la miseria perenne”, como muestra de responsabilidad compartida en el colapso actual que enfrenta Cuba.
Por ello, conmina a quienes apoyan el gobierno de Cuba a romper con el poder que ayudan a mantener, a mirar la realidad que les rodea y a tener “la decencia de no formar parte del crimen”.
A continuación, CiberCuba reproduce íntegramente el texto:
No todos los soldados alemanes de la Segunda Guerra Mundial eran unos nazis asesinos. Algunos se unieron al ejército bajo amenaza de muerte. Otros creían que su deber sagrado era luchar por la patria donde nacieron. Pero ninguna razón los hacía inocentes ante los horrores del nazismo.
Al terminar la guerra, se les mostraron videos de los campos de concentración. Las reacciones de los soldados ante las imágenes nos muestran emociones diversas. Unos miran hacia la pantalla sin remordimientos, algunos se cubren el rostro de vergüenza, otros rompen en llanto.
Es difícil darse cuenta de que se defiende algo injusto cuando estás tan dentro del conflicto, saturado de propaganda y confundiendo el patriotismo con las aspiraciones criminales de ciertos poderes.
No hay que esperar a mañana para dejar de estar en el lado incorrecto de la historia. No valdrá para nada un "yo no sabía" o un "no imaginé que fuera así". Ahora es el momento de romper con todo adoctrinamiento y abrir los ojos.
En Cuba, la mayoría apoyó los fusilamientos, gritó Pimponfuera, lanzó huevos. La mayoría guardó silencio ante las UMAP, la parametración, los presos políticos o el crimen del Remolcador 13 de Marzo. Nos resignamos ante el Puente Aéreo, el Mariel, los Balseros o la Ruta de los Volcanes. Nos adaptamos a vivir de crisis en crisis, en la miseria perenne, del Periodo Especial a la Coyuntura, a la Resistencia Creativa.
Una amiga argentina me dijo hace unos años: "en Cuba, la dictadura no te mata, pero tampoco te deja vivir". Lo cierto es que sí ha matado, y mucho. Pero han tenido tiempo suficiente para sofisticar sus métodos. El cubano sufre una muerte en vida que nos convierte en zombis.
Esta publicación no es para los que ya abrieron los ojos, sino para los que siguen dormidos. No te cubras el rostro mañana ni rompas en llanto. Rompe ahora con esa maquinaria injusta, mediocre y totalitaria. Ten al menos la decencia de no formar parte del crimen.
Un abrazo.
¿Qué opinas?
VER COMENTARIOS (1)Archivado en: