El proceso de distribución y venta de leche en Sancti Spíritus es motivo de molestias y quejas desde hace meses por parte de la población, debido a su inestabilidad y ausencia de alternativas.
Un reporte publicado en el periódico local Escambray este sábado asegura que los espirituanos más vulnerables, quienes dependen de la leche para garantizar el desayuno de niños, embarazadas, ancianos o enfermos, pasan muchas veces todo el día en espera del carro del Lácteo, el cual entra en horas de la noche o primeras horas de la madrugada del siguiente día.
Vecinos del supermercado Olivos I afirman que muchas veces la leche se comienza a vender de madrugada y quienes viven en Las Minas, el Reparto 26 de Julio u otras zonas periféricas de la ciudad solo pueden acudir al establecimiento al día siguiente cuando el producto ya está en mal estado.
Según explicó a Escambray Alberto Cañizares Rodríguez, director de la Empresa de Productos Lácteos Río Zaza, los problemas en la distribución y venta de la leche se deben sobre todo a “la rotura prolongada de la caldera de vapor que impedía la pasteurización del producto —situación que ya se resolvió—, lo que obligó a realizar el acopio de la leche y la entrega directa a las unidades de Comercio”.
El reporte de Escambray considera que las excusas ofrecidas por este funcionario no explican suficientemente la magnitud del problema y teme que el caos, que por ahora se limita a la cabecera provincial, se extienda a todo el territorio debido a “la obsolescencia de la industria, sin piezas de repuesto para su reparación, ni tecnologías de punta que puedan sustituir a las que suman más de seis décadas de explotación”.
En las últimas semanas, además, los apagones, incongruencias e incomunicación entre las entidades Lácteo y Comercio complejizan aún más la crisis en la venta de leche.
En este sentido, Jesús Manuel Valle, director en funciones de la Empresa Municipal de Comercio en Sancti Spíritus, explicó a Escambray que “nunca antes se había enfrentado a una situación tan compleja como la de las dos últimas semanas”.
El funcionario alega que, pese a problemas objetivos como los apagones, el envejecimiento tecnológico de la industria y la falta de combustible, existen otros que tienen que ver con la falta de organización.
Para colmo de males, profundiza el reporte, en la mayoría de los puntos de venta en Sancti Spíritus no existen equipos de refrigeración para mantener la leche con la temperatura adecuada hasta que el consumidor pueda adquirirla.
Valle comenta además que el acopio de la leche no tiene un horario fijo, pues lo mismo entra un carro por la mañana a recoger leche en el termo refrigerado de la base productiva, que lo hace en la tarde; así como se violan los procedimientos que permiten medir la calidad de la leche, “la cual no es la misma para todos los casos y quizás se esté pagando por igual”.
Este problema persiste hace mese sin que los funcionarios y autoridades espirituanas terminen de ofrecer respuestas a la población.
El pasado abril, ya muchos pobladores de Sancti Spíritus criticaron la inestabilidad en la venta normada de leche y yogurt para niños, los cuales se distribuyen fuera de horario y muchas veces llega en mal estado.
Espirituanos dijeron, en ese entonces que la venta se era inestable no solo por la escasez de productos, sino por los cambios repentinos en los horarios de venta, lo que afectaba a quienes viven en poblados lejanos a las bodegas.
“Deben informarle al pueblo a la hora q van a empezar a vender la leche, muchos vivimos lejos”, dijeron los compradores, la mayoría de ellos ancianos y personas de la tercera edad.
Otros criticaron que la leche llegó cortada por falta de refrigeración y el gobierno tuvo que reponerla.
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