Directivos cubanos calificaron de crítica la situación del abastecimiento de harina en el mercado nacional por falta de financiamiento para la compra de trigo.
"La situación de abastecimiento de harina en el mercado es crítica. ¿Por qué? Porque no existe en estos momentos un financiamiento estable a nivel de país en la compra del trigo", dijo al portal oficialista Cubadebate la directora técnica de la Empresa Cubana de Molinería, Yanet Lomba Estupiñán.
Explicó que a raíz de la pandemia de Covid-19 y de la guerra de Rusia en Ucrania el precio de la tonelada de ese cereal se elevó a más de 650 dólares en el mercado internacional, por lo que ahora un buque de trigo cuesta entre $14 y $16 millones de dólares.
Para garantizar la demanda de harina nacional el país debería recibir tres o cuatro cargamentos de trigo cada mes; pero por falta de fondos solo están llegando a la isla uno o dos buques mensuales, comentó a la publicación.
Por su parte, las empresas que producen harina en Cuba –la empresa mixta Industrial Molinera de La Habana SA (IMSA) y la Empresa Cubana de Molinería, que provee el trigo que muele la IMSA– tienen los molinos paralizados, informó.
"Solo Santiago de Cuba se mantiene con un nivel de trigo que estaba quedando por moler, y debe estar terminando en la noche o el día de mañana", afirmó Lomba Estupiñán el pasado 18 de octubre.
Por su parte, Yuneisi Tamayo Lamorú, jefa técnica de la UEB Cereales José Antonio Echeverría, dijo a la citada publicación que la isla está comprando un trigo de baja calidad, cargado de "mucha paja e impurezas".
En marzo pasado una especialista de la Industria Alimentaria también reconoció que Cuba importa trigo con alto porcentaje de impurezas para la fabricación del pan normado que se vende a la población.
"Hoy el trigo recibido no es el ideal, sino el que puede comprar el país. Son trigos forrajeros de la segunda y tercera cosechas de naciones como Francia, y ocasionalmente de Argentina y Alemania", explicó Esther Arbolay Escobar, jefa del Laboratorio Central de la Unidad Empresarial de Base (UEB) Cereales Cienfuegos, en declaraciones al periódico local 5 de Septiembre.
Aseguró que la materia prima tiene "una calidad pésima, con alto porcentaje de impurezas" que incluyen "semillas del campo, maíz, y a veces llegan hasta mezclados con chícharo".
En medio de la crisis las autoridades han anunciado el uso de harina de yuca y otros sustitutos para producir pan y pizza, dos de los alimentos más demandados por los cubanos en el contexto de la grave crisis alimentaria en la isla.
En lugares como Isla de la Juventud la solución ha sido sustituir la producción de pan por casabe, un alimento a base de harina de yuca que consumían los aborígenes cubanos.
Asimismo, la población ha denunciado la mala calidad del pan normado que provee el gobierno, y cuya distribución se ha visto afectada en algunos territorios por la crisis energética.
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