La Contrainteligencia (CI) requisó la computadora y otros objetos personales del piloto Rubén Martínez Machado, en una segunda visita a su casa familiar en Santa Clara, que mantiene bajo vigilancia, confirmó a CiberCuba una fuente próxima al aviador, que aterrizó sorpresivamente en Florida, el 21 de octubre.
"Ellos (la contrainteligencia) se toman atribuciones indebidas, llegaron y se llevaron la computadora y objetos personales de Rubén y la casa familiar permanece vigilada", aseguró la fuente; que evitó confirmar si el mensaje de la madre del piloto en redes sociales, fue voluntario o bajo presiones de la Seguridad del Estado, que se ha hecho cargo de la investigación.
En casos de fugas relevantes, el modus operandi de la Contrainteligencia cubana, es intentar establecer vínculos del huido con emigrados, organizaciones de exiliados o agencias de Estados Unidos, recordaron varios oficiales jubilados del Ministerio del Interior.
Martínez, que permanece detenido y a la espera de una vista judicial, el 31 de octubre, sobre su permanencia en Estados Unidos, podría ser acogido temporalmente por la familia de una antigua novia; en cumplimiento de las leyes y reglamentos estadounidenses, añadió la fuente.
Un grupo de compañeros del aviador se ha volcado con su causa, ya contrató a un abogado experto en emigración, Eduardo Soto, y mantiene contacto con la madre y la hermana del piloto, que voló desde El Cedro (Sancti Spíritus) hasta el aeropuerto de Dade-Collier (TNT), en Ochoppee, Florida; sin ser detectado por las vigilancias aéreas de Cuba y Estados Unidos, donde ha sido bien tratado por las autoridades; siempre según su testimonio transmitido a compañeros de profesión y amigos.
Soto adelantó, en rueda de prensa, que solicitará al tribunal, Asilo político para su defendido; atendiendo a que las autoridades no han clasificado a Martínez como sujeto de "deportación expedita", consideración que excluye la exigencia previa de demostrar miedo creíble; y que sea puesto en libertad sin fianza, pero bajo supervisión policial, controlado con medios técnicos habituales, como un teléfono específico o pulsera electrónica.
Pero el abogado aclaró que el 31 de octubre no habrá una decisión sobre el caso, pues se trata de una audiencia preliminar y aseguró que su despacho trabaja por conseguir que Rubén Martínez Machado pueda permanecer en Estados Unidos y no sea deportado a Cuba; como ocurrió recientemente, con quienes huyeron en una lancha del servicio de Prácticos de Mariel.
Al referirse a la fuga de Martínez, el gobierno cubano la calificó de “acto de piratería aérea”, tipificado como delito, en convenios internacionales ratificados por Cuba y los Estados Unidos.
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