Yuneisy Santana González, esposa del preso político del 11J Samuel Pupo Martínez, condenado a tres años de privación de libertad en la prisión de Agüica, en Matanzas, denunció que a su esposo lo golpearon brutalmente en la cárcel.
En una transmisión directa publicada en Facebook este jueves, Santana contó que Samuel Pupo fue salvajemente golpeado por los oficiales delante de todos los presos cuando se dirigían a la visita, según le dijeron en llamadas telefónicas varias madres de reclusos.
“Lo tiraron al piso y le propinaron muchos golpes”, denunció la esposa, quien acusó al segundo jefe de orden del interior, a quien llamó Ferrer, y a Noslén, conocido como “el jabao”, “represor acostumbrado a abusar de presos en Agüica”, de lo que pueda pasarle a su cónyuge.
Según manifestó en su directa, ese día acudió a la visita correspondiente pero los oficiales no la dejaron ver a su esposo y no ofrecieron explicación de la prohibición, luego de esperar más de una hora por una respuesta.
La mujer había asistido a la visita programada con su hijo, pero solo pudo entregar una bolsa con los artículos que llevaba a su esposo.
Tampoco pudo dejar la prednisona que necesita Pupo ni otros medicamentos porque, según se enteró ese día, ahora solo podrían llevarse los martes.
Según trascendió en su publicación, su esposo está lleno de picaduras de insectos, “tiene un grano grande en la rodilla, infectado con un hueco grandísimo” y en vez de estar en la enfermería, se encuentra en una celda de castigo, aseguró.
“¿Qué más tiene que seguir pasando mi familia? ¿Es casualidad la golpiza de mi niño en la escuela, es casualidad la de mi esposo?”, se preguntó Santana en su conmovedor video.
Entre lágrimas, la esposa aseveró que Pupo apenas podía caminar por el grano infectado en su muslo pero para los oficiales de prisión los reclusos “son perros”.
En su testimonio, Santana recordó que su esposo ha tenido seis hipoglicemias, padece una enfermedad degenerativa y es diabético.Mi esposo con una sentencia de 3 años no tiene que estar preso porque gritar y manifestarse, por gritar su forma de pensar, eso no es un delito
“Está bueno ya de tanta injusticia”, exclamó la mujer sin saber cuándo ni cómo volverá a ver a su esposo.
Santana finalizó su video agradeciendo a todos los que han ayudado y reclamando justicia para Pupo.
Samuel Pupo Martínez, de 48 años, padece de esclerodermia, una enfermedad degenerativa que implica endurecimiento y tirantez de la piel; puede causar problemas en los vasos sanguíneos, los órganos internos y el tracto digestivo.
Fue condenado a tres años de privación de libertad por participar en las protestas del 11J en Cárdenas, Matanzas, y lo señalaron como uno de los líderes de las manifestaciones espontáneas de esa fecha por pararse encima de un coche volcado y gritar "Patria y vida".
Su hijo de 13 años, quien pidió en redes sociales la liberación de su padre, fue citado por la Dirección de Atención a Menores del Ministerio del Interior (MININT), en Matanzas, para ser entrevistado junto a su madre.
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