El republicano Greg Abbott fue reelecto gobernador de Texas en las elecciones intermedias celebradas este martes en Estados Unidos, a pesar de la fuerte campaña de su oponente, el demócrata Beto O'Rourke, y de severos cuestionamientos en el último año tras la matanza de Uvalde.
Abbott obtuvo en las parciales el 54.5 % de los votos, frente al 44.4 % alcanzado por su rival y excongresista por El Paso, quien basó su campaña en la promoción de la educación pública y la reducción de la violencia armada después del tiroteo en la escuela de Uvalde –con saldo de 19 estudiantes y dos maestras asesinadas– en mayo pasado.
El popular republicano, con casi ocho años en el poder, se impuso a pesar del segundo tiroteo escolar más mortífero en el país y su postura a favor de la venta de armas, así como de las críticas a su gestión por el fallo de la red eléctrica del año pasado en el estado y por firmar una ley de aborto muy estricta.
Abbott sustentó su campaña en el tema de la migración y el control de sus fronteras con México, cuestiones que preocupaban a los votantes, seguido de la economía y los derechos reproductivos.
Al respecto, el republicano defendió que en el Valle del Río Grande, uno de los puntos calientes de la crisis migratoria actual, las cifras de detenciones han roto los récords en el último año.
"Dos millones de personas fueron detenidas de septiembre de 2021 a septiembre de este año", dijo durante el único debate al que accedió con vistas a las intermedias de este 8 de noviembre.
El republicano ha debido enfrentar un aumento de migrantes en la frontera con México, donde se ha incrementado notablemente la presencia de indocumentados procedentes de Venezuela, Cuba y Nicaragua.
"Hemos respondido al desastre creado por la pésima administración y que ha causado una carga a las comunidades de la frontera, los ranchos y las granjas, que han visto sus casas invadidas", señaló Abbott a fines de septiembre.
El resultado de la elección de este martes también avaló su programa para trasladar migrantes a ciudades demócratas como Washington o Nueva York.
Aunque este mecanismo ha sido muy criticado por los demócratas, en Texas la iniciativa cuenta con un respaldo del 54 % de la población.
Los estadounidenses eligieron en esta jornada a gobernadores, representantes en el Congreso y legisladores estatales. Más de 45 millones de personas votaron por anticipado, en lo que se consideran los comicios más polarizadas de la historia reciente de la nación norteamericana.
Los resultados determinarán el rumbo político del Congreso, lo que podría complicar el final de la administración de Joe Biden, pues una victoria de los republicanos en la Cámara de Representantes y el Senado les daría el poder de bloquear la agenda legislativa del presidente durante los próximos dos años.
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