Como en la Copa Mundial previa, el juego colectivo suizo aniquiló el talento individual del bando serbio (ahora con score de 3x2) y la selección helvética avanzó a los octavos de final de Qatar 2022, aventajada solamente por Brasil en el grupo clasificatorio G.
El partido del Estadio 974 entre serbios y suizos se calentó desde hace cuatro años, cuando ambos equipos se enfrentaron en la fase de grupos de Rusia 2018. Entonces los helvéticos ganaron 2x1 con goles de Granit Xhaka y Xherdan Shaqiri, quienes celebraron simulando el vuelo de un águila bicéfala.
Sucede que esa imagen aparece en la bandera albanesa, que Xhaka y Shaqiri son de origen albanokosovar, y que Serbia no reconoce la independencia de Kosovo. Los mensajes políticos le dieron la vuelta al universo y hoy llegaba la reedición de la contienda.
Obligada a triunfar o hacer los bártulos, Serbia tiró de su tridente de lujo (Dusan Tadic, Aleksandr Mitrovic y Dusan Vlahovic), y entre eso y la fragilidad de su defensa se armó un partido loco donde los goles fueron aguacero.
Al minuto 20 los suizos se pusieron delante tras un centro de Ricardo Rodríguez al punto de penalti, una cesión de Djibril Sow y el remate abajo de (oh ironía) Shaqiri.
Pero los balcánicos tenían cosas que decir y respondieron enseguida. Primero mediante un contragolpe coronado por la testa de Mitrovic (m.27), y luego castigando un error en la salida que terminó en el disparo cruzado de Vlahovic (’35).
Se jugaba el encuentro más entretenido del Mundial, y se corroboró enseguida: parecía que se iban al descanso con ese marcador, pero Breel Embolo empujó a placer un centro raso medido al segundo palo (’44) y la pizarra volvió a estar equilibrada.
Al regreso del vestuario, Suiza se puso arriba inmediata y definitivamente (’48) luego de un jugadón que empezó en pase sutil de Shaqiri, siguió con el tacón de Rubén Vargas y culminó en el tiro de primeras de Remo Freuler.
La locura mandaba en el terreno entre un grupo sobrado de talento atacante y sin precauciones defensivas, y otro que juega siempre al mismo ritmo, sin perder la compostura ni sucumbir a los nervios.
Todo lo contrario acontecía en el estadio de la final, el Lusail, donde los otros equipos de la llave G consumían el tiempo sin hacerse daño. Ya clasificado, Brasil atacaba y atacaba sin acierto, y Camerún necesitaba de un milagro (para mayor desgracia, sin disponer de sus centrales titulares).
Lógicamente, el técnico de la Canarinha dio descanso a sus cartas principales. Tanto, que alíneó a un once de suplentes en que incluso el portero Alisson se fue al banquillo en beneficio de Éderson, y el gran Dani Alves gozó de la ocasión de debutar en Qatar a los 39 años, igualando a Roberto Carlos con 125 internacionalidades (el líder es Cafú con 142).
A la postre, Camerún se dio la satisfacción de vencer a la Verdeamarilla 1x0 con diana de Vincent Aboubakar en el tiempo añadido, pero ello no bastó para cambiar las posiciones de la llave. En octavos, los sudamericanos se las verán con Sudcorea, y los helvéticos, ante Portugal.
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