La activista trans Mel Herrera denunció que ha recibido múltiples presiones y acoso de la Seguridad del Estado en los últimos días debido a que coordina una cena comunitaria para personas trans, de otras disidencias y en situación de calle.
Mel, aseguro en un post de Facebook publicado este martes, que en los últimos meses no ha hecho públicos todos los interrogatorios y presiones que ha sufrido por su activismo, las cuales se han intensificado cuando decidió, junto a un equipo de amigos, organizar una cena de fin año para personas en situación de desventaja y precariedad.
“A finales de noviembre de este año se me ocurrió la idea de una cena comunitaria destinada a personas trans, transfemeninas, otras disidencias y personas en situación de calle, exclusión y pobreza. Ante estas condiciones no queda otra opción que organizarnos entre nosotras y para nosotras mismas. Quise resistir a la soledad y la angustia en que algunas pasamos o hemos pasado estas fiestas de diciembre”, explicó.
Por tal motivo, la activista y otras personas de su equipo han recibido visitas de agentes de la seguridad, quienes han preguntado por el dinero recogido, vetaron a uno de los integrantes del equipo organizador y, en general, han intentado obstaculizar la iniciativa.
“Enseguida que le comenté a un par de amigos, me brindaron su apoyo y ahora cuento con un equipo de 6 personas que me han ayudado a materializar esta idea. En días pasados, una de ellas fue avisada por agentes de la Seguridad del Estado que no quería la presencia de una persona puntual en esa cena e hicieron indagaciones sobre el dinero recaudado, precisó la activista.
“Insinuaron también que yo tenía más dinero del publicado, ya que le habría pedido a ciertos diplomáticos. Una de las cosas que me propuse con esta iniciativa fue la de no tocar las puertas de embajadas, ongs, ni otras organizaciones. Que todo fuera de organización colectiva. Yo quería demostrar también que otra forma de gestión es posible. Todo lo que hemos recaudado ha sido gracias a la generosidad de cientos de personas”, aclaró.
Por último, Mel Herrera denunció que el 1er teniente de la Seguridad del Estado conocido como Guillermo se presentó en su casa este martes para tener una entrevista informal sobre el asunto. Ante su negativa a hablar, el represor la cito formalmente para el mismo día en que ocurrirá la cena y la amenazó con represalias en caso de negarse a asistir.
“Ante tantas negativas por mi parte, sacó un modelo de citación y lo llenó en ese momento. Me preguntó a qué hora la prefería y le avisé que no me iba a presentar. ¿Estás dispuesta a asumir las consecuencias penales?, se detuvo y le respondí que sí, sobre todo al ver que en la citación utilizó mi nombre legal y puso como fecha el mismo día de la cena, 2pm, hora en que debo estar ultimando detalles y encargándome de los preparativos. Entiendo que es mi nombre legal, pero partiendo de la ilegalidad de estos interrogatorios, de ahí en adelante todo lo demás es medible con otros ojos”, relató Mel.
“No me voy a presentar el viernes en la estación de policía. El viernes me ocuparé de estar con los míos y organizando el trabajo de lo que tendremos que hacer en la noche, a menos que ellos me impidan llegar hasta el lugar de la cena. Tengo separados los artículos que demuestran que este procedimiento y citación carecen de elementos y que son ilegales. Voy a llegar hasta las últimas consecuencias. Personas como yo en realidad no tenemos mucho que perder. Que ahora sea propietaria de un bohío, que me haya hecho de una habitación propia no mueve los factores opresivos que me atraviesan. No tengo nada que perder. Desde mañana salgo con este papel a visitar todas las instancias que tenga que visitar. Feliz año. Ver menos”, concluyó.
A finales de julio, Mel había renunciado al activismo LGTBIQ+ tras un violento interrogatorio de la Seguridad del Estado en el que la presionaron para que colaboraran con el organismo represor en la isla.
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