Funcionarias de Comercio del municipio Diez de Octubre, en La Habana, dieron respuesta a la queja de una consumidora a la que su bodeguero le robó los mandados en octubre, y que dos meses después no había podido adquirir.
La afectada, nombrada Ana Ivis Galán García, denunció esta semana en Facebook que su antiguo bodeguero se robó los alimentos de varios consumidores -no solo los de ella-, los vendió y luego se fue del país. Pero lo peor es que, hasta el momento, ella no había podido adquirir los productos que legalmente le corresponden.
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Tras la publicación de su queja, el viernes 30 de diciembre se reunió con la directora y la especialista de atención a la población de la Empresa de Comercio, quienes reconocieron que "hubo errores y violaciones".
"Libretas duplicadas, mandados vendidos indebidamente a otras personas, que el torpedo no se lleva continuado sino por días, y ello hace difícil llevar un control más estricto", detalló en una nueva publicación en Facebook.
Ana Ivis había manifestado que el 24 de diciembre, cuando acudió a la bodega que le asignaron para comprar sus productos, le dijeron que su libreta de abastecimientos no fue incluida en el censo de las libretas afectadas, y que no podían despachárselos.
En la reunión del viernes le informaron que han elaborado un expediente del caso y están restituyendo esos mandados.
"Se comprobó que mi libreta no fue censada y que no recibimos los mandados. La joven y preparada directora buscó variantes para devolverme los mandados, pero el costo eran más papeles, trámites, gestiones y de veras, las vi envueltas en demasiada burocracia", alegó.
Galán García, periodista de profesión, señaló que le dio pena ver las penosas condiciones en que trabajan en ese lugar: "todo tan lúgubre y oscuro, apenas con luz, baño que no lo parecía, sillas con asientos improvisados (pedazos de tablas)...".
Finalmente, la usuaria decidió que no quiere sus mandados.
"Todo es tan engorroso para esas muchachas jóvenes y con una tarea tan ciclópea en sus manos, que les expresé mis respetos, les reconocí su esfuerzo y cerramos esta historia", concluyó.
A pesar de su decisión, Ana Ivis se mostró satisfecha porque las funcionarias la escucharon y trataron de resolver. "Ese era mi objetivo. Ya denuncié que la burocracia que todo lo complica", añadió en la sección de comentarios.
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