Casi 6,000 cubanos cruzaron la selva del Darién en 2022 en su travesía hacia la frontera de México con Estados Unidos, según datos oficiales del gobierno de Panamá.
Durante el año que acaba de concluir 5,961 migrantes procedentes de Cuba pasaron por el también denominado Tapón del Darién, frontera entre Colombia y Panamá, de acuerdo con informes migratorios del Servicio Nacional de Migración de este último país.
Cuba se situó al cierre de 2022 en el cuarto lugar entre los países con mayor número de migrantes que cruzan el Darién, superada por Venezuela, con 150,327 migrantes; Ecuador con 29,356; y Haití con 22,435, según el documento.
El paso de migrantes por la selva del Darién, considerada una de las rutas más peligrosas de América Latina, creció un 85,6% en comparación con 2021, indica también la información del gobierno panameño.
En 2022, en términos totales, por allí pasaron 248,284 migrantes de más de 35 países de América Latina, El Caribe, África y Asia.
En esa travesía se reportaron al menos 36 muertes en 2022, aunque esa cifra no es aún concluyente.
En septiembre de 2022 trascendió que el cruce de migrantes por la selva del Darién había crecido entre enero y julio en un 43 % con respecto al año anterior, y, en ese entonces, los cubanos eran la tercera nacionalidad con mayor presencia en la zona, después de venezolanos y haitianos.
Sin embargo, la cifra de cubanos que se exponen a esa peligrosa ruta migratoria es mucho menor que la de 2021, cuando un total de 18,600 cubanos cruzaron la selva, y Cuba ocupó el segundo lugar en número de migrantes, solo superada por Haití, con 82,952 migrantes.
Justamente, en diciembre de 2021 comenzó a disminuir el flujo de cubanos por la selva, luego de que el gobierno de Nicaragua estableciera un mes antes el libre visado para los ciudadanos cubanos.
En los últimos años se han reportado denuncias de abusos contra migrantes cubanos en su travesía por la selva del Darién hacia la frontera sur de Estados Unidos, cometidos tanto por traficantes de personas como por las propias autoridades de los países que atraviesan en su recorrido. Además, los emigrantes están expuestos a los peligros naturales que los acechan en esa ruta.
En diciembre último, cubanos que se encontraban en el Tapón del Darién denunciaron los abusos que cometen las autoridades panameñas con ellos y con ciudadanos de otros países que intentan llegar a Estados Unidos.
Un reportaje del medio independiente Diario de Cuba recogió el testimonio de una doctora que huyó de la misión médica en Venezuela. El pasado el 1 de diciembre, ella y otros cinco cubanos formaban parte de un grupo de 80 migrantes que cruzaron la frontera de Colombia hacia Panamá.
“Después de pasar la frontera, ya en lado panameño, nos topamos con la guardia panameña. Nos detuvieron, nos obligaron a tirarnos al suelo boca abajo”, detalló.
Según el relato, antes se habían encontrado con unos indígenas que iban a revisar un kiosco que el Servicio Nacional de Fronteras de Panamá les quemó en noviembre, con el pretexto de que era usado por los migrantes como albergue.
En octubre, un tribunal panameño condenó a 22 años de cárcel a dos hombres acusados de violar a una mujer y robar a otros cuatro inmigrantes cubanos durante su paso por la zona.
Los imputados, identificados como los hermanos Riquelme y Rodolfo Flaco, fueron acusados de “los delitos de robo agravado y violación sexual agravada, en perjuicio de cinco migrantes cubanos”, el 12 de enero de 2021.
El tribunal condenó a los hermanos, quienes atacaron violentamente a los migrantes cubanos, los intimidaron, los despojaron de sus pertenencias y abusaron sexualmente de una de las migrantes.
En septiembre, el gobierno de Panamá reforzó la seguridad en la zona fronteriza de la selva del Darién, tras confirmar la entrada hasta ese momento de 134,178 migrantes.
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