Unos 1,400 cubanos han recibido el parole humanitario que implementó la Administración Biden a inicios de enero para detener el flujo migratorio ilegal hacia Estados Unidos, y que beneficia también a nicaragüenses, haitianos y venezolanos.
La medida, si bien no es compartida por una veintena de estados republicanos, ha demostrado ser efectiva, al reducir la cantidad de entradas a Estados Unidos de personas, a través de sus puntos fronterizos, aseguró un reporte del diario The New York Times.
A la lista de cubanos se suman 280 haitianos y 44 nicaragüenses, quienes también deben cumplir una serie de requisitos, como el de poseer un patrocinador en Estados Unidos que pueda respaldarlos económicamente durante los dos años que dura el permiso de residencia, según cifras extraoficiales.
El Departamento de Seguridad Nacional (DHS) aseguró que con la medida adoptada disminuyó en un 97% la cantidad de inmigrantes procedentes de esos países que intentaron cruzar la frontera sur. El DHS no ha desglosado por nacionalidad las entradas por cada nacionalidad.
“Estas medidas ampliadas de control fronterizo están funcionando”, dijo el secretario de Seguridad Nacional, Alejandro Mayorkas, en un comunicado el miércoles.
Sin embargo, el gabinete de Biden debe enfrentar la oposición de unos 20 estados republicanos, que en abril próximo intentarán eliminar la iniciativa por la vía judicial, alegando que no existe ningún acuerdo aprobado por el Congreso que la sustente.
A raíz de la aprobación del parole humanitario, que pretende otorgar 30 mil visas mensuales, el gobierno de Estados Unidos ha reiterado que todo el que intente entrar de manera ilegal por la frontera, será devuelto automáticamente y no podrá ser elegido para ningún beneficio migratorio en cinco años.
Asimismo, los balseros que sean interceptados por las autoridades migratorias, serán retornados ni podrán acogerse al parole, de acuerdo con las leyes vigentes en Estados Unidos.
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