El primer ministro cubano, Manuel Marrero Cruz, anticipó en un encuentro con pobladores de la comunidad pesquera de Caletones, en el municipio holguinero de Gibara, que se avecina la aprobación de “un grupo de modificaciones” a la Ley de Pesca.
Entre los cambios previstos está una ampliación de las zonas de captura y la autorización de venta en puntos habilitados, según reseñó la Agencia Cubana de Noticias (ACN), que no ofreció otros detalles sobre las modificaciones a la polémica ley, aprobada en julio de 2019.
A pesar de que la Ley de Pesca se firmó con la promesa de garantizar la "soberanía alimentaria" del país, los cubanos continúan sin consumir pescado. Desde hace años la población compra ese alimento en el mercado negro porque su venta escasea en los comercios estatales.
En septiembre de 2021, el entonces ministro de la Industria Alimentaria, Manuel Santiago Sobrino Martínez, admitió en una Mesa Redonda que en Cuba había un fuerte déficit de pescado y que su consumo estaba por debajo de los cuatro kilogramos al año por persona.
Según cifras del gobierno, entre 1989 y 2014 Cuba experimentó una reducción anual del consumo per cápita de pescado de 16.0 kg a 4.3 kg, situación que no ha mejorado hasta la fecha.
"No quiero romperle las ilusiones a ninguno, pero la pesca en Cuba no va a recuperarse a los niveles que experimentamos hace más de tres décadas", afirmó en diciembre de 2021 Ariel Padrón Valdés, director de Regulaciones Pesqueras y Ciencias del Ministerio de la Industria Alimentaria (MINAL).
En medio de tal drama, unos meses después -a mediados de 2022- las redes sociales estallaron de indignación ante la confirmación de que se habían echado a perder por falta de refrigeración más de dos toneladas de pescado destinadas a venderse en una feria local en Bejucal, en la provincia de Mayabeque.
Cercado por una crisis alimentaria sin precedentes, en octubre del pasado año el gobierno cubano aprobó la Resolución 52, destinada a permitir a los pescadores privados la comercialización de algunas especies marinas de forma provisional.
La nueva resolución facilitaba, además, el otorgamiento de la licencia de "Pesca Comercial no estatal", al eliminar un requisito que obligaba al pescador a concertar un contrato con una entidad autorizada para la comercialización de sus productos. También se autorizó a iniciar un proceso de venta de las nuevas licencias de pesca.
Hace apenas dos meses Miguel Díaz-Canel admitía que las restricciones de la ley desestimulaban la pesca.
“Lo que necesitamos es que la Ley de Pesca estimule la pesca, que sea menos restrictiva, que dé todas las posibilidades para una isla que está rodeada de mar [...] aprovechemos esas potencialidades con todo el concepto de desarrollo sostenible y tengamos pescado también en la mesa de los cubanos”, admitió el mandatario en diciembre, durante una intervención en la sesión ordinaria de la Asamblea Nacional del Poder Popular sobre el plan de la economía para 2023.
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