La comunidad de Alto Songo, en Santiago de Cuba, vive una realidad llena de carencias y el pan, uno de los alimentos básicos, es elaborado sin ningún tipo de calidad ni con los requerimientos adecuados, resultando ácido y desagradable al paladar.
"Más allá de las carencias, qué difícil se está haciendo ver un respeto al pueblo y la exigencia de las autoridades", escribió en Facebook la periodista oficialista Liliana Sierra Sánchez.
La joven cubana destacó que esta es la única opción disponible debido a la falta de alternativas para acceder a productos mejor elaborados.
"Esa es una mínima muestra de las realidades que me provocan indignación en este pueblo, donde los interminables apagones sin ton ni son están a la orden del día, cero planificación, cero aviso", lamentó.
A la mala calidad del pan, se suman otros problemas económicos, como la inflación, que ha empobrecido a los cubanos y deben destinar más dinero a adquirir productos de primera necesidad.
"Siempre reflexiono, no se trata de la pobreza, de la humildad; si se viviera con dignidad tal vez se percibiera una esperanza. Aquí todo va cuesta abajo, a la deriva, deteriorándose y desapareciendo", acotó.
En una publicación posterior, Sierra Sánchez aseguró que recibió una visita de los directivos de la Empresa Alimentaria para ofrecer explicaciones.
". Aunque las respuestas no son alentadoras, al menos escucharon y explicaron. Denunciar lo que está mal es un acto de responsabilidad, callar ante las situaciones negativas no puede ser la elección", concluyó.
Aunque no se conoce qué justificación le dieron a la periodista oficialista por la mala calidad del pan, no debe ser muy diferente a la crisis que se vive en el resto del país, donde no hay harina de trigo para elaborar el alimento.
Ante el déficit, las autoridades cubanos comenzaron a experimentar con extensores, harinas que se obtienen de otros productos como la yuca o el plátano, que no deben alterar el sabor ni la forma del pan, pero en la práctica genera rechazo popular.
En Guantánamo el déficit de materias primas trajo como consecuencia problemas en la distribución del pan y las reservas estatales se agotaron, por tanto trabajan solo con aquello que les asignan diariamente.
Otras provincias, como Pinar del Río, las panaderías estatales establecieron convenios con mipymes, que están autorizadas a importar harina de trigo (siempre a través de una empresa estatal y pagando en moneda libremente convertible).
Con esta neva fórmula se garantiza el producto, pero a precios que resultan exorbitantes para muchos cubanos, a quienes no les alcanza con los salarios que cobran.
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