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El joven cubano Dairon Matos Pérez, que se hizo viral en redes sociales por un video en el que se le ve obteniendo gasolina a partir de plásticos, afirma que quiere crear una mipyme en el municipio de Manatí, Las Tunas, donde reside.
Dairon y su amigo Heriberto Silva, mecánico de profesión, aspiran a crear una microempresa que produzca el combustible necesario para su pueblo, en medio de una crisis energética que el gobierno es incapaz de resolver.
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En entrevista con el periodista Rolando Nápoles, de América TeVé, Dairon explicó que la idea de producir su propio combustible para sus motos a partir de plásticos fue de Heriberto, y ambos buscaron en Internet cómo hacerlo.
"Puedes usar pomos de desodorante y champú, tapitas, cubetas y cajas rotas, pedazos de tanques... todo lo que sea plástico, menos el PVC", precisó.
Hasta el momento, los dos jóvenes solo lo han hecho una vez: el sábado pasado, en el patio de la casa de Heriberto, después de recoger plástico en diferentes sitios del pueblo.
Tras muchas horas de trabajo, lograron sacar ocho litros. Aseguran que en la moto del mecánico, armada con piezas de diferentes vehículos, pueden recorrer ocho millas con un litro.
Este proceso de producir gasolina para a partir de plásticos se denomina pirólisis de plástico. Consiste en romper las cadenas moleculares del plástico y destilar los gases resultantes, obteniendo diésel y gasolina en distintos destilados.
Sin embargo, es muy peligroso hacerlo sin los conocimientos y condiciones adecuadas. Y así se lo alertaron a estos jóvenes emprendedores miles de internautas que vieron su video en Internet.
Dairon agradece los consejos y la preocupación, pero afirma que la manera en que ellos lo hacen no corren tanto peligro.
No obstante, reconoce que hay que tomar medidas de precaución y afirma que han mejorado sus condiciones: tienen un extintor y una mascarilla y otras protecciones.
Su entusiasmo es tal que quiere volver a producir, y junto a su compañero aspira a hacer una refinería en el patio de su casa.
El ingenio de los cubanos se vuelve a poner de manifiesto, en medio de la crisis de combustible que azota al país, a la que el régimen no ofrece solución.
Desde hace semanas las colas para comprar combustibles se extienden por todas las ciudades. No hay gasolina ni petróleo a la venta para los particulares. Una situación de desesperación que lleva a las personas a buscar alternativas a la escasez.
No obstante, es imprescindible recordar los riesgos que entraña aventurarse a un proceso de pirólisis de plástico de forma artesanal, sobre todo si se pretende llevarla a una escala mayor.
En él se usan temperaturas que oscilan entre 300 y 900 °C. Es una técnica que permite aprovechar un recurso que está por doquier, pero es una muy peligrosa.
La producción de gasolina a partir de plásticos a gran escala y de modo industrializado ayuda a reducir la dependencia de los combustibles fósiles y es positiva para eliminar desechos plásticos. Sin embargo, no es una energía sostenible, ni limpia, ni amigable con el medio ambiente.
Mientras, el gobierno admite que no sabe cómo superará esta crisis energética.
Así reconoció Miguel Díaz-Canel, quien achacó la escasez actual al incumplimiento de convenios por parte de países con compromisos para suministrar gasolina a Cuba, que también tienen una situación energética compleja y no han podido cumplir esos compromisos.
De entre 500 y 600 toneladas de gasolina que el país consume diariamente, la cobertura actual es de menos de 400 toneladas diarias para todas las actividades.
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