Los cruces fronterizos desde México a Estados Unidos se redujeron a la mitad tras la eliminación el jueves del Título 42, que permitía devolver a los inmigrantes indocumentados con base en las restricciones del Covid-19.
“En los últimos dos días, la Patrulla Fronteriza ha experimentado una caída del 50% en la cantidad de encuentros, en comparación con lo que estábamos experimentando a principios de la semana antes de la terminación del Título 42”, dijo el secretario de Seguridad Nacional, Alejandro Mayorkas, según trascendió en el programa de CNN "State of the Union".
Este viernes y sábado la frontera estuvo "relativamente tranquila" y no se produjo la avalancha de migrantes que temían las autoridades luego del levantamiento de las restricciones del Título 42, informaron medios de prensa.
Sin embargo, según afirmó Mayorkas, “todavía es temprano” para una evaluación más sostenida. “Estamos en el tercer día, pero hemos estado planeando esta transición durante meses y meses".
Unos 6,300 migrantes cruzaron la frontera con México el viernes y 4,200 lo hicieron el sábado, cifras "notablemente bajas" en comparación con los 10,000 arribos diarios registrados a principios de semana.
Este viernes el secretario de Seguridad Nacional advirtió que los migrantes en la frontera enfrentarán graves consecuencias, incluida una "prohibición mínima de cinco años para volver a ingresar y un posible proceso penal" si no optan por las vías legales para ingresar al territorio.
El gobierno de Biden continúa instando a los indocumentados a utilizar la plataforma para obtener citas de asilo mediante la aplicación telefónica CBP One y ha asegurado que el nuevo sistema está diseñado para reducir los cruces no autorizados.
Ahora, Estados Unidos prácticamente prohíbe a los inmigrantes solicitar asilo en el país si no lo tramitaron previamente en línea o si no lo solicitaron primero en los países por los que viajaron.
El Título 42 en tiempos de pandemia permitió desacelerar el flujo migratorio por la frontera sur y expulsar a unos 2.7 millones de indocumentados en tres años. Aunque el éxodo desde Cuba consiguió evadir las regulaciones más estrictas en virtud de consideraciones humanitarias y excepciones para el asilo, un total de 20,093 cubanos fueron rechazados en la frontera bajo la prohibición de salud del COVID-19.
El fin de la normativa ha implicado regulaciones más severas, controles más estrictos y una redoblada presencia de agentes migratorios, cuerpos policiales y fuerzas militares en la frontera.
El gobierno de México, por su parte, anunció que continuará aceptando devoluciones, por razones humanitarias, de migrantes de Cuba, Haití, Nicaragua y Venezuela que sean procesados bajo el Título 8 en la frontera. Quienes sean expulsados en virtud de este Título 8 tendrán una prohibición de admisión de cinco años y estarán sujetos a posibles acciones penales en caso de que intenten volver a entrar ilegalmente.
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