Yamisleidys González, madre del adolescente de 17 años Jairon Abraham Cruz, compartió el duro testimonio del asesinato de su hijo, ocurrido en la madrugada del 23 de enero en la ciudad mexicana de Monterrey, donde esperaban respuesta a su solicitud de parole humanitario.
Ambos se encontraban alojados en el hotel La Silla de esa localidad, junto Gabriel Fernández, esposo de González, y su niña de cuatro años. “Estábamos durmiendo en el hotel cuando sobre las doce y pico, o una de la mañana nos tocaron a la puerta”, relató la madre este lunes al canal América TeVe.
El hijo avisó a la madre de la extraña llamada, a lo que ella le dijo que no abriese la puerta, porque “esto aquí no es normal”. A continuación, los asesinos la emprendieron a golpes y patadas contra la puerta “para derrumbarla y poder entrar”.
“Nosotros estábamos muy asustados”, reconoció la madre entre lágrimas. “Mi niño y mi esposo se pudieron en la parte de atrás de la puerta, para que no pudieran entrar. Cuando ellos dicen que van a disparar si no se quitan, mi hijo dice ‘mamá, coge a la niña y métete en el baño y cuídala’”, contó González transida de dolor.
Los delincuentes buscaban secuestrarlos, indicó la madre. Llevaban “un abrigo con una capucha negra. Nos apuntaron con un arma. Yo cogí a la niña y me fui corriendo para el baño. En eso disparan y escucho que dicen ‘vamos, vamos, vamos’. Salgo y veo a mi hijo tirado en el piso”, dijo la madre deshecha.
Durante el ataque el esposo de González fue secuestrado y golpeado, pero finalmente pudo escapar con vida. “Le dieron con la parte de atrás de la pistola en la cabeza y le hicieron tres partiduras. Luego pudo escaparse”, precisó la esposa de Fernández.
Según el abogado de Inmigración, Jesús Novo, grupos delincuenciales se aprovechan de la vulnerabilidad de personas que intentan pasar la frontera hacia Estados Unidos. Muchas veces son víctimas de extorsión”, refirió el jurista al citado medio.
“Mi niña está traumatizada y yo igual. Ella vio morir a su hermano en mis brazos. Ahora no podemos sentir que tocan a la puerta, porque pensamos que es alguien que viene”, dijo la mujer arrasada por las lágrimas.
A finales de febrero, González logró llegar a Estados Unidos con su hija y reunirse con el resto de su familia en Miami. Sin embargo, a su esposo no le aprobaron el parole humanitario y tuvo que regresar a Cuba.
Además de Cruz, el asesino disparó mortalmente esa noche contra otra persona, alojada en el hotel en la habitación 226. El atacante entró al cuarto, lo sacó al pasillo del hotel, le disparó y lo dejó tirado en el suelo. Las autoridades mexicanas aseguraron estar investigando las causas de los crímenes.
El presunto asesino de los jóvenes fue detenido por la policía de Monterrey cuando pretendía escapar de la escena del crimen en un automóvil tipo Chevrolet Aveo, de color negro. Esta persona es el principal sospechoso del doble homicidio en el Hotel La Silla aunque testigos del crimen aseguraron que la fatídica noche había dos atacantes.
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