El presidente turco Recep Tayyip Erdogan se impuso con clara ventaja este domingo en la segunda vuelta de los comicios turcos y gobernará el país por un nuevo mandato de 5 años.
Erdogan aventajó con el 52,1% de los votos el 47,9% del centroizquierdista Kemal Kiliçdaroglu, candidato de una coalición opositora que agrupó varios partidos.
El actual presidente turco, que ha estado en el poder por dos décadas, atacó en su discurso de victoria a sus opositores, muchos de los cuales enfrentan procesos legales, y los acusó de ser abanderados de “organizaciones terroristas y las corrientes de depravados”, refiriéndose a la comunidad LGTBI+ que su gobierno criminaliza.
“Hoy hemos parado a todos los que intentaban jugar con nosotros. A esas revistas francesas, inglesas y alemanas que publicaron portadas para derrocar a Erdogan. Esas han perdido. Las organizaciones terroristas y las corrientes de depravados”, remarcó Erdogan frente a una multitud que se reunió frente a su residencia en Estambul.
La oposición, por su parte, reconoció la derrota y no denunció irregularidades en una jornada electoral donde se reportaron enfrentamientos aislados entre partidarios del gobierno y opositores que se saldaron con el asesinato de un miembro de un partido opositor, a manos de seguidores del oficialismo, durante las celebraciones en la provincia de Ordu.
Kiliçdaroglu achacó la derrota a que el oficialismo pudo movilizar toda la maquinaria del Estado para apoyar la campaña electoral de Erdogan.
La comunidad internacional, por su parte, ha reconocido la victoria de Erdogan, quien ya fue felicitado por el presidente de Rusia, Vladímir Putin, el de Ucrania, Volodímir Zelenski, o el de Francia, Emmanuel Macron.
La pasada semana, durante la primera vuelta, Kilicdaroglu quedó prácticamente empatado con el islamista que conduce los destinos de Turquía, lo que había dado esperanzas a la oposición turca.
Acusado por los turcos seculares de dilapidar la herencia de Atatürk con la gradual islamización del país y de convertirse en una figura polarizadora. Responsable de la masiva purga contra funcionarios civiles y militares en julio de 2016, Erdogan ha sido cuestionado por su posición dentro de la OTAN y sus alianzas internacionales, que le han alejado progresivamente de la posibilidad de ingresar en la Unión Europea.
Más allá de la radicalización islamista del Estado que ha liderado y de las denuncias de violaciones de derechos humanos en su territorio, también es fuertemente criticado por la represión de la etnia kurda que vive en Turquía.
Los terremotos de Turquía y Siria de febrero de este año debilitaron aún más su imagen, relacionada con una política de vivienda y construcción plagada de irregularidades y corrupción.
En el plano internacional, precisamente, ha destacado el acercamiento de Cuba a Turquía, en un contexto marcado por la invasión de Rusia a Ucrania, en el cual la posición del gigante turco ha estado marcada por cierto distanciamiento de sus socios de la OTAN.
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