La Unión Eléctrica de Cuba (UNE) volvió a pronosticar apagones en Cuba por déficit en la capacidad de generación, una situación que se había visto atenuada en el lluvioso comienzo de junio, cuando los cortes eléctricos estuvieron asociados a averías provocadas por las tormentas en el tendido eléctrico.
“Se estima para la hora pico una disponibilidad de 2,434 MW y una demanda máxima de 2,750 MW, para un déficit de 316 MW, por lo que de mantenerse las condiciones previstas se pronostica una afectación de 386 MW en este horario”, indicó este domingo la UNE en sus redes sociales.
La víspera, el sistema eléctrico nacional (SEN) estuvo afectado en su capacidad de generación desde por la mañana hasta la medianoche, con cortes en diferentes franjas horarias que sumaron un total de 10 horas y 1 minuto a lo largo del día.
“La afectación fue superior a lo planificado debido a un incremento de la demanda de 100 MW por encima del pronóstico, la no entrada de la unidad 6 de CTE de Nuevitas (90 MW) y la limitación tecnológica en 40MW de la unidad 5 de la CTE Rente”, indicó la empresa estatal.
Asimismo, precisó que “la máxima afectación fue 264 MW a las 19:50 horas, de los cuales 5 MW por fuertes lluvias en el oriente del país”.
“Se encuentra fuera de servicio por avería la unidad 8 de la CTE Mariel, la unidad 4 de la CTE Carlos Manuel de Céspedes, la unidad de la CTE Guiteras y la unidad 2 de la CTE Felton. Se encuentran en mantenimiento la unidad 5 de la CTE Diez de Octubre y las unidades 4 y 6 de la CTE Renté”, indicó la empresa que dirige Alfredo López Valdés.
La precaria situación del SEN y la crisis de combustible que asola el país impactan en la generación eléctrica, provocando frecuentes y prolongados apagones que exasperan a la población, que no acaba de ver salida a una situación ante la cual el gobierno se muestra incapaz de ofrecer soluciones.
El martes pasado, a menos de 72 horas de su arranque, la termoeléctrica Antonio Guiteras -la más grande de Cuba- volvió a sufrir una avería que la sacó del SEN.
La central sufrió una rotura en la caldera cuando estaba a punto de finalizar el periodo de 72 horas en los cuales se haría una "evaluación de las labores de mantenimiento" que tardaron más de noventa días.
La Guiteras, como le conocen los cubanos, paró 12 días en noviembre del pasado año para ejecutar más de 300 tareas de mantenimiento programado y volvió a detenerse a finales de febrero. Sin embargo, su arrancada no supondría una solución a todos sus problemas técnicos, aclaró entonces el régimen cubano.
Según dijo a finales de marzo el director de Generación Térmica de la UNE, Edier Guzmán Pacheco, con la incorporación de la Guiteras, se podría dar respuesta a la demanda de julio y agosto, coincidiendo con las vacaciones de verano y el período de mayor consumo en Cuba; pero haría falta un verdadero proceso de inversión -que estaba previsto para finales de mayo- para emprender una reparación capital que podría extenderse al menos seis meses.
A mediados de abril, el gobernante Miguel Díaz-Canel reconoció que su administración no tenía claro cómo salir de la grave crisis energética que golpea el país. Refiriéndose a una supuesta estrategia para no tener apagones en el verano, aseguró que había un nivel alto de termoeléctricas en reparación de averías o en mantenimiento, para que pudieran entrar luego con más eficiencia en esa etapa.
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