Florida ejecutará este jueves a uno de los presos más antiguos del corredor de la muerte en el estado, un hombre condenado por dos asesinatos y violaciones en 1984.
Duane Eugene Owen, ahora de 62 años, fue condenado en 1986 por el asesinato de dos mujeres en 1984.
En marzo de ese año apuñaló varias veces y violó a Karen Slattery, una niñera de 14 años mientras los dos pequeños bajo su cuidado dormían, informó NBC News.
En mayo de ese mismo año atacó en Boca Ratón con un martillo a Georgianna Worden, de 38 años y madre de dos hijos, y la violó mientras los niños dormían. Uno de los menores descubrió el cuerpo de la mujer al día siguiente cuando iba para la escuela.
Owen recibirá la inyección letal a las 18.00 h EDT en la prisión estatal de Florida, en Starke. Fue condenado a muerte y a seis cadenas perpetuas por los dos crímenes y otros dos intentos de asesinato cuyas víctimas sobrevivieron en el condado de Palm Beach.
Los cuatro ataques se produjeron justo antes y después de que Owen cumpliera 23 años. Había pasado 10 años huérfano (a los 11 años murió su madre y a los 13 su padre) y fue víctima de abuso físico y sexual cuando era niño, según los registros.
El condenado es una de las 293 personas en el corredor de la muerte de Florida. Desde 2019 no se concretaba ninguna ejecución en el estado, pero luego de que el gobernador Ron DeSantis anunciara que se presentaría como candidato a la presidencia del país ha firmado varias sentencias y hasta el momento se han concretado tres: Donald Dillbeck, en febrero; Louis Bernard Gaskin, en abril; y Darryl B. Barwick, el 3 de mayo.
La de Owen fue firmada por DeSantis el 11 de junio y sería la cuarta ejecución del año en Florida si se le aplica la inyección letal a la hora programada.
Los abogados de Owen argumentaron que no debía ser ejecutado por motivos de demencia; pero el Tribunal Supremo del estado rechazó su última apelación la semana pasada y el Tribunal Supremo de Estados Unidos la rechazó este miércoles.
Un psicólogo de la defensa declaró a principios de junio que el prisionero cree que absorbió las almas de sus víctimas y afirma que éstas siguen existiendo en su interior.
También sus abogados habían argumentado que es esquizofrénico y sufre delirios, pero los fiscales no coinciden con este relato.
Ellos argumentaron que, aunque Owen tiene problemas de salud mental, la esquizofrenia es un acto del que habla cuando se le evalúa, pero luego no muestra signos de la enfermedad.
Agregaron que nada impediría que fuera ejecutado porque él es consciente de que se trata de un castigo por sus crímenes.
Si bien la defensa también alegó que el preso tiene demencia y disforia de género, los psiquiatras del Estado dijeron que más bien tiene buena memoria, no parece presentarse como mujer y que la disforia de género no hace a la gente más agresiva ni causa pensamientos delirantes.
Owen es sexualmente sádico, afirman los registros judiciales.
¿Qué opinas?
COMENTARArchivado en: