La Seguridad del Estado impidió este lunes la protesta de una veintena de madres que tenían previsto manifestarse en la Plaza de la Revolución con sus pequeños para reclamar la distribución de leche en polvo entera para sus hijos, según refirió el medio independiente Cubanet.
Las mujeres habían acordado encontrarse frente a la Biblioteca Nacional y hasta el Memorial José Martí ya fuera con sus hijos en brazos o caminando de la mano. Sin embargo, la protesta fue abortada poco después de que empezaron a organizarse, lo que da cuenta de los límites a los que llega el control y el nivel represivo del que hace gala el régimen.
La citada fuente refiere que todo comenzó el 13 de julio cuando varias madres, que en su mayoría solo se conocían en el espacio virtual, decidieron crear un grupo de WhatsApp donde debatir y ponerse de acuerdo.
El grupo tenía una sola administradora que agregaba a las nuevas integrantes. El objetivo era coordinar un reclamo colectivo.
Estaban, además, intentando comunicarse con mamás de todo el país para que fuese un reclamo nacional. Sin embargo, menos de 48 horas después de crearse el grupo, la policía política cubana rastreó a las participantes y las visitó una a una.
La Seguridad del Estado dispuso de los recursos materiales necesarios, entre ellos el combustible, para amenazar a un grupo de madres que fueron intimidadas en cuestión de horas.
La administradora del grupo corrió peor suerte porque la citaron en una estación de policía y le advirtieron que estaba incurriendo en un delito penal y podían procesarla.
El origen de la protesta fue el anuncio de que solo los menores de seis meses recibirían la leche en polvo entera -conocida como “la amarilla”- mientras que los que superaran el primer semestre de vida tendrían acceso a una leche sin grasa (“la blanca”), recetada para las personas diabéticas en Cuba y por tanto carente de los nutrientes necesarios para los menores de edad.
El citado medio de prensa citó el testimonio de madres que aseguran que la leche para diabéticos ha provocado vómitos y diarreas a sus hijos y que incluso algunos la rechazan y que no están alimentándose.
En una sociedad acostumbrada a décadas de alimentos "sustitutivos" y restricciones nutricionales de toda naturaleza, una veintenta de madres planeaba una protesta pacífica SOLO para defender una leche entera para sus hijos y con todos los nutrientes necesarios, pero tal gesto no fue posible, como lo es cualquier otro que atente contra el status quo del régimen.
“Hace rato que lo que estamos pasando rebasó los límites de lo soportable. Vamos a un hospital y no hay medicinas, tenemos que mandar a los niños a la escuela y no tenemos merienda. Ahora nos quitan la leche y nos dan esa harina [...] no sé cuánto más aguantaremos”, concluyó una de las madres afectadas.
La escasez de leche, drama nacional
La escasez de leche en Cuba es uno de los dramas alimentarios que han marcado la realidad de los cubanos en las últimas décadas.
En un célebre discurso que data de 2007, Raúl Castro criticó que los cubanos solo recibieran leche hasta los siete años y aseguró que eso debía cambiar. Sin embargo, el menor de los Castro abandonó el poder más de una década después sin cumplir la promesa del vaso de leche para todos los cubanos.
El panorama no solo continúa siendo el mismo, sino que además las familias crían a sus hijos sin ese y otros alimentos.
El problema con el abastecimiento de la leche en polvo se ha vuelto crítico desde septiembre de 2021. El gobierno cubano alega como causa el embargo estadounidense y dificultades con la importación por la falta de disponibilidad de financiamiento y de buques para hacer la travesía desde los lugares de importación.
El régimen añade que ha tenido que buscar nuevos mercados, que no son los habituales, para satisfacer esa demanda. Argumentan que compran la leche en polvo donde se les presenta la oportunidad, siempre en función del financiamiento de que disponga el país.
En los últimos meses, la escasez de la leche en polvo normada ha disparado el precio de ese alimento en el mercado negro hasta los 2 mil pesos, mientras los cubanos critican la venta en Moneda Libremente Convertible (MLC) de bolsas de leche en polvo.
No obstante, el pasado año Tiendas Caribe negó que en sus establecimientos se esté vendiendo leche y alegó que lo que han comercializado es una fórmula láctea que se utiliza en la preparación de batidos y postres.
En medio de tal panorama, la protesta de una veintena de madres en un lugar público para reclamar calidad en la leche de sus hijos deviene en acto de agravio en una sociedad que penaliza la disensión y la protesta.
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