Imágenes dantescas dan fe de las miserables condiciones en que viven varias familias cubanas que, ante la falta de una vivienda digna, no han tenido más opción que construir sus casas bajo un puente en La Habana.
Un reportaje de cerca de cuatro minutos, publicado este martes por el medio independiente Cubanet, testimonia la existencia de un asentamiento de precarias casas levantadas bajo los elevados del ferrocarril, en el tramo que pasa por la barriada de Luyanó, en el municipio de Diez de Octubre.
En la publicación en Facebook, Cubanet cuestiona: “¿Cuántas casas caben debajo de un puente? La pobreza en Cuba tiene una respuesta”.
Tablones de madera, planchas de zinc y de otros metales, puertas y ventanas disímiles, cuyo aspecto denota que fueron rescatados de edificaciones derrumbadas, demolidas o abandonadas, son los materiales que conforman las rústicas viviendas construidas y otras que están en proceso, bajo la estructura de este puente, que comienza en la zona del puerto habanero y se extiende por varios municipios y barrios de la capital.
El reportero muestra los trenes, a pocos metros de las casuchas, y comenta: “Les voy a demostrar uno de los ‘logros’ de la revolución cubana. ¡Miren esto! Uno de los ‘logros’ de la revolución cubana: una familia viviendo debajo del puente, miren dónde han hecho una casita”.
La rústica construcción, vista desde afuera, se compone al parecer de un espacio único, con una puerta y ventanas, todo pintado con cal. En el frente, están colocados unos listones de madera en lo que pudiera convertirse en la futura “ampliación” de la vivienda.
“Ese es el problema habitacional tan grande que hay en nuestro país”, recalca el autor del video, y detalla algunos de los materiales con que están edificadas las casas: madera, tablas de zinc, entre otros.
“Aquí no hay luz, no hay agua. Esa gente se alumbran con chismosas, con candiles, mechones”, hace notar el reportero, evidenciando las condiciones infrahumanas en que viven esas personas, quienes no disponen de ninguno de los servicios básicos que corresponden a todos los seres humanos por derecho.
En las imágenes, aparecen al menos media docena de casas terminadas y algunas en proceso de construcción, pero no se ve a los residentes del lugar.
La crisis de vivienda en Cuba ha obligado a miles de personas a buscar lugares donde residir, ya sean casas particulares o inmuebles estatales abandonados, como sitios donde levantar una casucha o un cuarto con materiales rústicos, ante la falta de solución del gobierno a los problemas habitacionales de los ciudadanos del país.
En Ciego de Ávila, por ejemplo, unas 24 familias viven en precarias condiciones en vagones de tren, que ocuparon ilegalmente en un barrio de Morón desde hace 15 años, en espera de una solución de las autoridades.
La ocupación ilegal de viviendas en el país se disparó a partir de 2022, no solo por el recrudecimiento de la crisis económica nacional, sino también por el aumento de la migración.
Ante esta situación, el régimen aprobó medidas que endurecen el marco sancionador, con penas de prisión de seis meses a dos años y multas de 200 a 500 cuotas para quienes incurran en tales actos.
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