Las autoridades cubanas anunciaron la suspensión del servicio del ferry entre Isla de la Juventud y Batabanó hasta nuevo aviso.
Una nota de la Empresa Viajero informó a los pasajeros de la suspensión del servicio marítimo en el ferry Perseverancia, sin explicar el motivo, que podría ser la escasez de combustible en el país.
Según la información, publicada en el semanario Victoria, de manera priorizada se irán atendiendo las reservaciones con continuidad de viaje al exterior y las provincias, los turnos médicos y otros casos excepcionales que serán revisados, de acuerdo con la disponibilidad de fallos que tenga el servicio por catamarán.
"No se realizarán anotaciones en nuestras listas de espera", precisó.
La entidad ofreció disculpas y solicitó la colaboración de los pasajeros que tengan en cuenta la situación existente y de ser posible viajen solo por cuestiones inaplazables.
El Perseverancia inició sus operaciones regulares en la ruta Nueva Gerona-Batabanó el pasado 5 de agosto, transcurrido un año de su compra, con precios que van desde los 200 pesos hasta los 780 pesos, para quienes deseen transportar un vehículo de pasajeros de hasta 12 plazas (microbús).
Durante ese primer agosto realizaría dos viajes a la semana, y partir de septiembre aumentaría una frecuencia a la semana.
En estos meses ha habido quejas por el funcionamiento.
A comienzos de mes, un usuario que hizo la ruta Gerona-Batabanó, denunció que el viaje se chequea a las 10:00 pm en Gerona y sale dos horas después.
"Llega a las 6 de la mañana y no te puedes bajar hasta las 8. Pero el verdadero calvario es hacia atrás", dijo en su Twitter.
En julio de 2022, el gobierno cubano informó de la compra de un ferry para la transportación de pasajeros y carga en la ruta marítima que enlaza Nueva Gerona, en la Isla de la Juventud, y Batabanó, en Mayabeque.
En cada viaje se transportarían 430 pasajeros, el doble de los catamaranes que operaban la ruta y con los cuales seguirían alternando el servicio, según la información difundida por la prensa oficial.
El buque, construido en 2018 y con tecnología de avanzada y equipamiento de alta precisión de ayuda a la navegación, es operado por VIAMAR, entidad de Prácticos de Cuba.
Tras su compra en un país asiático que no se dio a conocer y a un costo que el gobierno tampoco informó, brigadas especializadas de los Astilleros CDC en La Habana emprendieron la remodelación del barco, para ampliar locales y habilitar otros con el fin de duplicar el número de pasajeros.
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