El primer ministro cubano, Manuel Marrero Cruz, advirtió sobre la escasez de recursos por la que atraviesa al país y, aunque reconoció que “no tenemos más”, hizo un llamamiento a explotar “todas las potencialidades territoriales” para salir de la crisis.
“Se está echando la pelea. Se está trabajando… se está haciendo… buscando iniciativas. Nos faltan muchas cosas más”, dijo Marrero Cruz en una reunión del Consejo de Ministros celebrada este lunes y que presidió el gobernante Miguel Díaz-Canel.
Expresado en esos términos, el análisis de la situación socioeconómica y la prospectiva del primer ministro cubano evidencian el grado de improvisación, incapacidad y desconcierto que reina en el ejecutivo de Díaz-Canel.
“No podemos estar satisfechos, pero yo creo que eso tenemos que montarlo así, como un sistema de trabajo… y sobre todo con la claridad de que es que no tenemos más, y que tenemos que ver cómo explotamos todas las potencialidades territoriales y la necesidad de revisar los métodos y estilos de trabajo”, reconoció Marrero Cruz.
Según explicó, los “cuadros” del régimen cubano están llamados a meterse “de verdad donde están los problemas, y ver cómo buscamos de conjunto ahí con los trabajadores, los productores, el pueblo, sumándonos a la búsqueda de soluciones a todas las dificultades que enfrentamos”.
El propio ejecutivo de Díaz-Canel no se aclara en los mensajes que quiere transmitir a la población en medio de una crisis que, según el Observatorio Cubano de Derechos Humanos, mantiene al 88 por ciento de los cubanos en la extrema pobreza, golpeados por la inflación, la escasez y los altos precios provocados por el “ordenamiento económico y monetario” del régimen.
“No hemos llegado ni llegaremos al cero combustible. No hemos llegado ni llegaremos a cero recursos en el país”, aseguró Díaz-Canel el jueves pasado en X, prometiendo que “todos los problemas tendrán respuesta”.
Cinco días más tarde su primer ministro lo contradice y afirma que todos los actores económicos y políticos del país deben tener “la claridad de que no tenemos más”, y que hay que “echar la pelea” con los escasos recursos de que disponen.
“No estamos en cero de combustible, como han dicho algunas publicaciones por ahí, ni estamos tocando el cero, estamos en una situación apretada, pero vamos a ir levantando”, dijo el miércoles pasado el ministro de Energía y Minas cubano, Vicente de la O Levy, avisando de la llegada de una dura etapa de apagones para los cubanos.
En el mismo espacio que de la O Levy, el ministro de Economía y Planificación, Alejandro Gil Fernández, repitió el mantra de que la “economía está en una situación compleja” y reconoció que no tienen créditos para comprar alimentos.
"Ante situaciones complejas, pensamiento creativo, buscar ideas nuevas y hacerlo con el convencimiento de que, ante cada problema puede encontrarse una solución si de verdad nos empeñamos en buscar variantes", dijo al día siguiente Marrero en videoconferencia con los gobernadores provinciales desde el Palacio de la Revolución.
Parece que desde Palacio la realidad se observa de otra manera y los altos funcionarios del régimen creen posible y viable una estrategia como la anterior, que es pura retórica vacía. Y lo que resulta más llamativo, desde sus salones climatizados no ven ninguna contradicción ni problema alguno en pedir a los cubanos que “produzcan más” y utilicen la “resistencia y el pensamiento creativo”.
En cualquier caso, una cosa tiene claro el régimen totalitario cubano, tal y como la expresó el viceprimer ministro Gil Fernández: “Sabemos que es complicado encontrar los alimentos del día a día, es complicado un apagón de ocho y diez horas, el tema del transporte... Pero confianza, la única salida es la revolución y el socialismo”.
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