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Sin fecha exacta aún para aplicarse, Cuba introducirá los pagos en rublos a través de la tarjeta MIR para los terminales POS con la esperanza de que aumente el interés de los turistas rusos por visitar el país.
“En un futuro próximo en Cuba será posible pagar en rublos con la tarjeta MIR”, dijo a la agencia rusa TASS Boris Titov, comisionado del presidente de la Federación de Rusia para la protección de los derechos de los empresarios y presidente del Consejo Empresarial Rusia-Cuba de la Cámara de Comercio e Industria de ese país.
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Tras una visita a La Habana, el alto funcionario ruso fue informado sobre la adaptación de la tarjeta MIR en los bancos cubanos y la posibilidad de que “en un futuro próximo comenzará la aceptación de pagos con ellos, incluidos los de rublos.”
Luego de que las multinacionales estadounidenses Visa y MasterCard suspendieron sus operaciones en Rusia como represalia por la invasión a Ucrania por parte del gobierno de Vladimir Putin, lo que impide a los ciudadanos rusos utilizar sus tarjetas para realizar compras, Cuba comenzó a mostrar interés por las tarjetas de crédito y débito rusas.
En un escueto mensaje publicado en la red social X, el mandatario cubano Miguel Díaz-Canel mencionó este jueves un encuentro con Titov en el Palacio de la Revolución, donde supuestamente uno de los temas tocados fue la marcha de estos objetivos en Cuba. En la reunión se encontraba, también, Alejandro Gil, ministro de Economía y Planificación.
A inicios de 2023 se supo que la tarjeta MIR podría utilizarse para retirar efectivo en cajeros automáticos de la capital cubana, pasando a una siguiente etapa que consistía en “la adquisición completa, es decir, la posibilidad de pagar bienes y servicios directamente con tarjeta en restaurantes y tiendas cubanas", dijo Titov.
MIR es un sistema de pago ruso que funciona con tarjetas bancarias de plástico. Está dirigido por NPCS, que gestiona todos los pagos y transferencias nacionales en Rusia para todas las tarjetas de plástico emitidas por bancos rusos y emisores internacionales desde 2016.
Recientemente, Venezuela se unió al sistema de pagos con tarjetas Mir, el cual se utiliza en Armenia, Bielorrusia, Kazajistán, Kirguistán, Tayikistán, Uzbekistán, Vietnam y Cuba. Turquía lo utilizó entre 2019 y 2022.
Con esta adición, que confirma a La Habana como socio “fundamental” de Moscú en la región de América Latina, se cumplen los acuerdos obtenidos durante la visita, en mayo pasado, del viceprimer ministro ruso, Dmitri Chernishenko, en la cual se dio luz verde a los bancos rusos para la apertura de filiales encaminadas al financiamiento de negocios en Cuba.
Según reseñó Sputnik, en aquella ocasión “ambos países dialogaron sobre una futura transición a la inversión basada en rublos en los proyectos impulsados de manera conjunta”.
Los anuncios sobre la entrada de las tarjetas MIR en el mercado cubano fueron frecuentes durante 2022.
En junio de ese año, Alberto Quiñones Betancourt, director general de sistema, tecnología y desarrollo del Banco Central de Cuba, pronosticó en el Foro Económico Internacional de San Petersburgo, Rusia, “que próximamente ya las tarjetas MIR estarán operando”.
Meses después, el entonces ministro de Comercio Exterior y la Inversión Extranjera, Rodrigo Malmierca Díaz, dijo: “Debe ser una realidad en breve tiempo, para que las tarjetas MIR, que son las que se usan en la Federación de Rusia, puedan utilizarse también en las entidades cubanas”.
Por la parte rusa, su embajador en La Habana, Andréi Guskov, aseguró en marzo del presente año que el sistema de pago ruso “está a punto de completarse”, según trascendió en una nota de la agencia rusa Sputnik. En tanto, las primeras fases comenzaron a aplicarse días después en los bancos de La Habana.
En ese momento se indicó que que en los bancos de la capital cubana se podía extraer dinero con las tarjetas MIR y la conversión se hacía en CUP.
Con la entrada de las tarjetas MIR, Rusia extiende su presencia en la isla. Otros negocios de empresas estatales rusas en Cuba incluyen las operaciones de la petrolera Zarubezhneft que trabaja con la cubana Cupet. Mientras que la ensambladora de automotores GAZ también está instalada en la isla y produce desde ahí sus vehículos Gazel, Ural y PAZ.
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