El dramaturgo y activista cubano Yunior García Aguilera denunció una nueva maniobra de la Seguridad del Estado para intentar sembrar la división entre los integrantes de la sociedad civil cubana que se oponen al régimen de La Habana desde ópticas diferentes.
Invitado al programa ‘Por una Cuba sin intolerancias’, emitido este jueves por el canal de YouTube 23yflagler, el joven cubano contó una anécdota ilustrativa de los mecanismos utilizados por los represores del régimen para desunir a los opositores cubanos, avivando sus legítimas diferencias de pensamiento.
Los hechos relatados por el dramaturgo tuvieron lugar en fechas recientes en el Consulado de Cuba en Madrid, adonde acudió García Aguilera para renovar su pasaporte cubano, a fin de poder viajar fuera de las fronteras de Europa.
“Si yo deseo ir a América Latina o Estados Unidos, tengo que hacerlo con mi pasaporte cubano. Mi pasaporte cubano estaba vencido, por lo tanto tuve que ir al consulado a renovar mi pasaporte”, dijo el activista, quien se encuentra exiliado en España tras la intensa represión sufrida en Cuba por su convocatoria a la Marcha Cívica por el Cambio.
Al presentarse en las oficinas consulares del régimen, se armó un pequeño revuelo entre los funcionarios que no esperaban que el disidente apareciera como un ciudadano cubano más a realizar un trámite. Tras presentar la documentación requerida, García Aguilera fue citado al día siguiente para recoger su pasaporte validado.
“Cuando llegué al consulado hice mi cola como cualquier otro ciudadano y me dicen, ‘no, Yunior García, usted no va por aquí, pase por la puerta principal que el cónsul le va a entregar su documento’”, contó.
Fue entonces que apareció el cónsul cubano. El actor no precisó si lo atendió Marcel Díaz Cisneros o Ulises Enrique Oliva Suárez (quien está denunciado por activistas cubanos que presuntamente fueron agredidos por este durante un concierto de Buena Fe en Madrid); en cualquier caso el funcionario le sorprendió con lo que le dijo.
“Déjame decirte que estamos muy preocupados por todos los ataques que estás recibiendo de la contrarrevolución”, le espetó el cónsul a García Aguilera, asumiendo un rol protector sobre el activista que ha sido muy criticado por otros actores de la sociedad civil cubana, que le reprochan su fallida convocatoria en La Habana y posterior huida al exilio en España.
Al escuchar semejante declaración, García Aguilera le contestó: “Yo formo parte de eso que usted llama la contrarrevolución; es decir, yo también quiero que esa dictadura se acabe, yo quiero que mi país sea libre, sea democrático”.
Sin embargo, el cónsul siguió con su estrategia. “Es que estamos muy preocupados por esos ataques. Es decir, aquí tienes el consulado por si necesitas algún tipo de protección”, le soltó.
“Ahí ya el cinismo me pareció tan grande, que le tuve que decir: ustedes me tiraron a un camión de basura, ustedes rodearon mi casa, ustedes amenazaron a mi familia, ustedes me encerraron en un calabozo, ustedes rodearon mi casa, 300 personas gritando los insultos a mí, a mi esposa y a mi suegra. ¿De qué protección ustedes hablan?”, contó el dramaturgo que le respondió.
Según explicó durante el programa –en el que también participaron la activista Carolina Barrero y la periodista independiente Mónica Baró-, la situación le hizo pensar en los motivos de los represores cubanos para trasladarle semejante mensaje.
“Todo el tiempo juegan a eso, a generar divisiones, peleas entre nosotros, a sentirnos amenazados por la gente que está luchando por lo mismo que nosotros. Incluso ellos serían capaces de fabricar supuestos incidentes de parte de opositores para que tú te sientas atacado por tu propio grupo”, reflexionó.
La jugada es de manual y forma parte de las prácticas que llevaron adelante la KGB rusa y la Stasi alemana, agencias de las cuales recibió instrucciones la Seguridad del Estado del régimen cubano.
“Juegan a que tú te sientas amenazado por tu propia gente, a que no puedas confiar ni siquiera en tu familia, en tu esposa, en tu mejor amigo, en tus compañeros de trabajo, en la gente que quiere lo mismo que tú. Entonces, no seamos tan ingenuos cuando veamos este tipo de ataques en redes sociales”, concluyó García Aguilera, señalando a la dictadura como la interesada en sembrar la división, la descalificación y la intolerancia entre la sociedad civil cubana.
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