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El opositor y expreso político cubano José Antonio Pompa López colgó un cartel en el balcón de su casa el jueves, en protesta por ser despedido de su centro laboral por su activismo político.
Pompa López, miembro de la independiente Coalición de Cuentapropistas Cubanos (C3), asegura que lo echaron de la pizzería donde trabajaba por orden de la Seguridad del Estado.
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"S.O.S. mis hijos se mueren de hambre", escribió en el cartel que colocó en su vivienda en La Habana.
El activista es el principal sustento de su familia, integrada por su esposa, un niño de ocho años y un bebé de dos meses.
"La Seguridad del Estado no me dejó otra opción que acudir a la protesta. Me dejaron sin trabajo y mis hijos se están muriendo de hambre. No tengo dinero para darles de comer. La dictadura intenta doblegarme por hambre", declaró al portal independiente CubaNet.
"Pensé en ir para Villa Marista y exponer mi denuncia allí, pero no, decidí mejor hacerla aquí, para que el pueblo sepa de lo que son capaces estos esbirros, un gobierno que dice proteger a los niños, pero es mentira", agregó.
José Antonio Pompa López es uno de los cinco activistas del Frente de Acción Cívica Orlando Zapata Tamayo que estuvieron presos cinco meses en 2016, después de una protesta frente al Capitolio de La Habana.
En aquella ocasión, permaneció recluido en la prisión de Valle Grande. Salió en libertad tras pagar una fianza de 1,000 pesos y quedó a la espera de juicio. Se enfrentaba a una pena de 12 años de privación de libertad por desorden público.
En 2019 volvió a ser sancionado a un año de prisión por el mismo delito.
En junio de 2020, Naciones Unidas pidió la liberación inmediata de siete presos políticos cubanos incluidos en la lista de Cuban Prisoners Defenders, entre los que se encontraba él, junto a Aymara Nieto Muñoz, Eliécer Bandera Barreras, Humberto Rico Quiala, Melkis Faure Hechevarría, Mitzael Díaz Paseiro y Silverio Portal Contreras.
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