El influencer Alex Otaola aseguró que el Buró Federal de Investigaciones (FBI) arrestó en Miami este fin de semana al mánager y empresario cubano Boris Arencibia.
El productor musical es una figura conocida en Miami y en La Habana, por haber sido el organizador del polémico evento turístico Santa María Music Fest, en el balneario Cayo Santa María, con apoyo del régimen.
Arencibia, es presidente de Caribe Promotions Inc.. Ha cobrado notoriedad en los círculos artísticos y en la comunidad cubana, tanto por su actividad empresarial como por su colaboración solapada con el gobierno cubano a través de eventos.
El influencer Alex Otaola fue la primera fuente en informar sobre la detención del conocido mánager este viernes en Miami. La emisora radial La Poderosa 670AM aseguró haber tenido acceso a un documento del FBI, donde se presentan 18 cargos contra Arencibia.
Entre los cargos se incluyen acusaciones de conspiración para cometer delito federal, fraudes en programas de beneficios federales y conspiración para cometer lavado de dinero, entre otros.
La detención no parece estar relacionada con la denuncia que hizo el influencer Jorge Batista (Ultrack) contra Arencibia y el cantante Lenier Mesa por un altercado violento que vivieron hace pocos meses en Miami.
El FBI no suele intervenir en asuntos civiles o estatales, lo que deja entrever la magnitud y la seriedad de las implicaciones que presuntamente tiene este caso contra Boris Arencibia.
Por otro lado, la ausencia de declaraciones por parte de Arencibia, de sus abogados o de personas allegadas a él, contribuye a una atmósfera de incertidumbre y especulación en las redes sociales.
Tanto seguidores como críticos del empresario están al pendiente de cualquier novedad o aclaración de esta situación que destaca por su alto perfil.
Arencibia ya había sido el foco de polémicas previas en relación con el Cayo Santa María Music Fest, un festival musical organizado con la promoción del régimen cubano, y destinado a estimular el turismo en Cuba.
El polémico evento generó una ola de críticas, especialmente en el exilio cubano en Miami por la implicación y el posible beneficio económico que representaba para entidades estatales cubanas, como GAESA.
El empresario defendió en su día la intención del festival como una oportunidad para cambiar mentalidades y mejorar las vidas en Cuba, argumentando la posibilidad de contribuir a la isla a través del arte y la cultura.
Sin embargo, su iniciativa fue cuestionada no solo por los elementos de promoción con el gobierno, sino también por presentar problemas de organización y baja calidad del servicio turístico. Dejaba en evidencia que había una posible intención de "lavado de cara" para un sector necesitado de revitalización en la isla.
En estos momentos, la atención está puesta en las consecuencias legales que enfrentará Boris Arencibia, cuya trayectoria empresarial ha cruzado desde la promoción musical hasta la organización de eventos de alto perfil que, en esta ocasión, podrían estar bajo el escrutinio del FBI.
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