Cuba se sume lentamente en las tinieblas, apagón tras apagón, cada vez más frecuentes y masivos, pero la Unión Eléctrica continúa normalizando esta situación a través de sus "notas informativas", sin verse afectada todavía por el "movimiento de cuadros" iniciado por el régimen cubano.
Para este 12 de febrero, “se estima para la hora pico una disponibilidad de 1,937 MW y una demanda máxima de 2,900 MW, para un déficit de 963 MW, por lo que de mantenerse las condiciones previstas se pronostica una afectación de 1,033 MW en este horario”, indicó la empresa en sus redes sociales.
La cifra de afectaciones en megavatios es brutal, superando los 1,000 MW en horario pico. A ellos habrá que sumarle la media de 400 MW que la UNE estima como afectación durante el día.
Sin embargo, la empresa estatal no altera un ápice la letanía de afectaciones de sus “notas informativas”.
Dirigida por Alfredo López Valdés, la UNE sigue “informando”, mostrándose apática ante el colapso del sistema electroenergético nacional (SEN) y al “movimiento de cuadros” con el que el gobernante Miguel Díaz-Canel pretende “corregir distorsiones y reimpulsar la economía”.
Con esta situación, que afecta a los hogares, pero también a la capacidad industrial y el funcionamiento de la economía del país, Díaz-Canel todavía pretende que los cubanos le crean cuando su gobierno se marca un plazo de seis años para producir el 29% de electricidad en Cuba a partir de fuentes renovables de energía.
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