Piloto cubano Orestes Lorenzo celebra 33 años de su fuga: "Una decisión de todo o nada"

"Nunca me sentí solo. Tuve siempre la mano generosa de amigos y ese sentimiento de inclusión en la familia mayor que es el pueblo americano. Me siento americano, soy americano y orgulloso de serlo".


Orestes Lorenzo Pérez, piloto cubano que desertó de las Fuerzas Armadas y luego voló clandestinamente a Cuba para llevarse a su mujer y sus hijos a Estados Unidos, celebra 33 años de haber tomado una decisión de "todo o nada".

El miércoles se cumplieron 33 años del día en que realizaba una misión de entrenamiento de rutina en su MiG-23BN y se desvió hacia la Estación Aérea Naval de Key West, en Florida.

"La incertidumbre desapareció al llegar a mi destino. Me sentía en casa. Estaba, finalmente, en casa. Para todo lo que cuenta, ese día marcó mi renacimiento", reveló en su perfil de Facebook.

Captura de Facebook / Orestes Lorenzo Pérez

Según relató, estas tres décadas han pasado rápido, con muchas luchas, retos y caídas de las que siempre se levantó, además de incontables momentos de alegría, logros y gratitud.

"Nunca me sentí solo. Tuve siempre la mano generosa de muchísimos amigos, y ese sentimiento de inclusión en la familia mayor que es el pueblo americano. Me siento americano, soy americano, y orgulloso de serlo", afirmó.

Lorenzo y su familia en la celebración del 30 aniversario del vuelo de reunión. Foto: Facebook / Orestes Lorenzo

Orestes consiguió ser libre al llegar a Estados Unidos, pero estaba solo. El régimen no dejaba salir a su esposa María Victoria Vicky Rojas y a sus dos hijos de 11 y seis años, por lo que se vio abocado a una opción casi suicida: ir a buscarlos él mismo.

Fue así que el sábado 19 de diciembre de 1992 voló en una avioneta Cessna-310 y los recogió a los tres en una carretera situada frente a la playa El Mamey, cerca de Varadero.

"En aquella decisión de 'todo o nada' lo obtuve todo. He tenido a Vicky siempre animándome y guiándome en cada paso. He visto a mis hijos florecer en los hombres de bien que son, y tengo los mejores amigos que alguien pueda tener", dice ahora este feliz padre y abuelo.

En su post, compartió fotos de varios aviones que ha pilotado en diferentes momentos de su vida.

"El MiG-23 matrícula 722 y el irónico final de ese avión. Mis vuelos en uno de los íconos de la Segunda Guerra Mundial, el P-51 Mustang, y el honor de compartir los mandos de un F-16 con los Thunderbirds. Estas fotos lo dicen todo", añadió.

Avión en el que Orestes huyó a EE.UU. en 1991. Foto: Facebook / Orestes Lorenzo Pérez

"¡Viva la libertad, carajo!", concluyó.

El viaje desde Varadero a Florida aquel día de 1992 duró 40 minutos. La hazaña del cubano, bautizada como el "Vuelo del Amor", se hizo famosa en el mundo y hasta se discutió en una sesión de las Naciones Unidas. Allí el entonces embajador del régimen trató de ridiculizar a Lorenzo llamándolo "el Superman sin alas".

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