Casi al anochecer llegó a mi casa el mejor saltador de altura que recoge la historia del campo y pista universal, Javier Sotomayor y como nunca dejo detrás mi sangre periodística entablamos una cordial charla. Varios fueron los tópicos, el primero de ellos, los 2,01 metros de su tercer retoño, Jaxier.
Javier, creo que las comparaciones son malas en muchas ocasiones y ahora pudiera ser una de ellas.
Estoy de acuerdo contigo, que yo con 16 años saltara 2 metros 33 centímetros no significa que mi hijo lo haga. Por suerte, mi hijo se lo ha tomado muy bien. No le afecta. Está orgulloso de su papá. Jajajaja
Es que Javier Sotomayor es uno solo.
Bueno sí, pero mira yo estudio lo que otros saltadores, buenos saltadores, hicieron a esa edad y algunos ni siquiera se asomaban a los dos 33 metros; entre ellos, mi antecesor el sueco Patrik Sjoberg o mi sucesor, el catarí Mutaz Essa Barshim.
Yo lo que necesito en estos momentos es un entrenador que esté junto a él porque yo lo entreno cuando estoy en Madrid pero cuando estoy en La Habana, cumpliendo con mis funciones en la Federación Cubana de Atletismo, no puedo.
Para mí fue una gran alegría que Jaxier lograra su salto justo antes del aniversario 35 de mi récord mundial bajo techo, específicamente en el Campeonato Absoluto de Clubes en Pista Cubierta de Madrid. Ha sido un primer paso; para mí es muy importante.
¿Jaxier representará a Cuba o a España si logra crecer como saltador de altura?
Mira que ustedes los periodistas son curiosos; esa es una pregunta recurrente. En estos momentos, él puede competir por España en torneos europeos y por Cuba, en certámenes del continente americano pero a los 18 años tiene que definirse. Fíjate que digo “definirse” él, no yo ¿quedó claro? La decisión es de él.
Soto ¿atletismo cubano hacia París 2024?
Las posibilidades se basan mucho en el área de saltos: los cuatro triplistas, Lázaro Martínez, Christian Atanay Nápoles, Liadagmis Povea y la subcampeona del Mundial Indoor de Glasgow 24, Leyanis Pérez; los de longitud Alejandro Parada y Maikel Vidal.
En cuanto a Luis Enrique Sayas, el saltador de altura, tiene en sus piernas el 2,35 que debe bastar para escalar el podio olímpico, de hacerlo en el primer intento. Un fallo puede determinar una medalla y él padece de ese mal: los saltos foul, nulos. Nos pone a todos nerviosos jajajaja.
También se encuentran los relevos, que ahora disputarán su posible boleto en el Mundial de relevos de Bahamas a principios de mayo.
¿Has visto en tu vida una delegación más reducida, con menos perspectivas?
Es complicado y más rememorando otros tiempos; incluso, antes del mío que fue muy bueno.
¡El mejor diría yo, aquella fue la época de oro!
Así es. Formábamos delegaciones amplias, con calidad. Representantes de varias disciplinas subían al podio. Yo echo la mirada hacia atrás y desde México 68, Münich 72, Montreal 76, Moscú 80 estamos ganando espacio en las citas olímpicas. Y eso que no competimos ni en Los Ángeles ni en Seúl ¿te imaginas cuántas medallas se perdieron en Seúl 88?
Y en Los Ángeles, la cuarta de oro de Teófilo, el gran luchador Raúl Cascaret, los equipos de voleibol, la gimnástica, el atletismo, etc…
Y en Seúl, nosotros teníamos figuras en el campo y pista, el voleibol que un año después ganó la Copa Mundial en los dos sexos, la gimnástica, la lucha, el judo, las pesas, el boxeo. Yo estaba en mi mejor momento.
Yo como atleta, como cubano le deseo lo mejor a mi delegación pero creo que nos va a costar mucho trabajo estar en el top 20, o sea poder ubicarnos entre los primeros 20 países en la tabla de posiciones. Tenemos individualidades, deportistas de valor sobre todo en lucha y boxeo, Mijaín, la Cruz. Veremos qué pasa.
Hablamos de los triplistas ¿te das cuenta de la cantidad de triplistas cubanos que competirán por otras naciones?
Pues sí, el mismo Pedro Pablo Pichardo, campeón olímpico por Portugal, Andy Díaz que está muy bien, representando a Italia, Jordan Díaz, ya nacionalizado español y por Azerbaiyán el veterano Alexis Copello, que aún lucha por alcanzar la marca mínima en lo que sería un brillante cierre de su carrera. No sería nada extraño que el podio fuera ocupado por tres triplistas cubanos, uno por una nación diferente.
Hace algunos años me dijiste que preferías ser recordado por recordista mundial que por campeón olímpico. ¿Mantienes esa postura?
Jajajaja. Yo te dije que en estos momentos, sí prefería el récord. A mí, cuando me reconocen, gritan: “ahí va el recordista mundial de salto de altura”, nunca dicen, el campeón olímpico. Y claro que el título olímpico es algo grande, sublime, pero mientras no haya otro que suba más de dos metros 45 centímetros me quedo con ese galardón.
¿Se romperá ese récord mundial?
Mira, los récords se han hecho para ser rotos pero estoy muy satisfecho de haber vivido tantos disfrutando ser el dueño de esos 2,45 metros. Ojalá y sea mi hijo el que quiebre esa altura.
Específicamente, un atleta como tú, campeón olímpico, plusmarquista mundial, titular del orbe al aire libre y bajo techo ¿qué le deseas a los deportistas cubanos que no representan a nuestro pabellón patrio?
Lo primero, por encima de todo, muchos éxitos como cubanos, como atletas que se esfuerzan por alcanzar un objetivo; por materializar un sueño. El competir por otra bandera es una decisión personal; cada cual tiene un motivo diferente. Muchos lo pueden hacer por cuestiones monetarias, otros por competir en otros niveles…Oye Julita, por lo que sea, yo les deseo éxitos.
Como siempre, el Príncipe de las Alturas más allá de los límites de su exitosa existencia. A tí también te deseamos lo mejor y que Jaxier algún día pueda ocupar un lugar en el podio de los dioses del Olimpo.
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