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Laurdel Camacho Ricardo, un expreso político que cumplió 22 años de prisión en Cuba por oponerse a la dictadura, enfrenta ahora el riesgo de ser deportado tras llegar a Estados Unidos en balsa.
El periodista Javier Díaz señaló que Camacho (54 años) tocó tierra el pasado 18 de marzo en Marathon, Florida, junto a un grupo de cubanos, algunos de los cuales ya han sido liberados mientras él continúa detenido.
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Lázaro Benítez, otro expreso político que estuvo detenido en un centro para inmigrantes en Broward y coincidió con Camacho, dijo que su amigo enfrenta un riesgo de deportación y necesita con urgencia representación legal.
En criterio de Benítez, quien pasó 28 años en prisión en Cuba, las autoridades estadounidenses han retenido a Camacho por no tener una familia en Estados Unidos. Este aspecto lo clasifica como "caso de riesgo de fuga".
La política de inmigración de EE.UU. hacia los balseros cubanos se ha endurecido notablemente. El gobierno estadounidense insiste en que la entrada por mar es ilegal y no será admitida.
La Guardia Costera y otras autoridades advierten que los cubanos y haitianos que lleguen por las costas del país serán expulsados, sin opción al programa de parole humanitario vigente desde enero de 2023.
En una entrevista con CiberCuba, el abogado de inmigración Willy Allen indicó que este rigor responde a un deseo de evitar un éxodo masivo con llegadas por mar, que ha tenido repercusiones políticas significativas en el pasado.
"El Gobierno americano no quiere, de ninguna forma, que se piense que una salida por mar va a tener ningún tipo de recepción positiva en Estados Unidos", señaló Allen.
Agregó que, a diferencia de las entradas por frontera terrestre, donde solo el 15% de los inmigrantes son entrevistados, las entrevistas de "miedo creíble" a los balseros son extremadamente rigurosas y suelen resultar en deportaciones.
Camacho, por su parte, sigue detenido, esperando una oportunidad para demostrar el miedo creíble que justificaría su solicitud de asilo político en Estados Unidos.
Mientras, la comunidad de ex presos políticos en Miami busca apoyarlo para evitar su deportación a Cuba, donde su vida podría estar en riesgo.
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