Los alumnos de la Escuela de Iniciación Deportiva (EIDE) Capitán Orestes Acosta en Santiago de Cuba han denunciado que la alimentación que reciben en ese centro escolar, tanto en el almuerzo como en la comida, consiste siempre en arroz y chícharos.
El comunicador Yosmany Mayeta se solidarizó con la petición de los estudiantes, quienes solicitaron que hiciera pública en Facebook la precaria situación alimenticia que están enfrentando actualmente.
La EIDE está situada en el Consejo Popular El Caney, a cierta distancia del centro histórico de la ciudad, y para llegar allí es necesario usar "una carretera poco transitada", señaló Mayeta, subrayando que para los padres resulta complicado llevar alimentos regularmente a sus hijos.
CiberCuba se puso en contacto con algunas personas de Santiago de Cuba, quienes confirmaron que no solo la comida deficiente es una constante, sino que también argumentaron que la precaria situación del transporte dificulta aún más visitar a sus hijos y llevarles alimentos.
Apuntaron que, por otro lado, aquellos que pueden pagar un motor, una forma bastante popular de transporte en la ciudad, deben desembolsar entre 300 y 500 pesos por viaje, dependiendo de la hora y el día.
Por último, los padres preocupados enfatizaron que caminar es bastante peligroso, ya que en algunos tramos el trayecto es muy solitario, exponiéndose así a ser víctimas de robos y asaltos.
Esta denuncia contradice la propaganda oficialista que alardeaba sobre un amplio movimiento de construcción en esta instalación, así como mejoras en las condiciones de vida, con motivo de la clausura de los 60 Juegos Escolares Nacionales en la EIDE.
El régimen cubano ha demostrado no solo su incapacidad para resolver la crisis económica, sino también para proporcionar condiciones dignas a los estudiantes becados en los diversos centros de enseñanza o a los reclusos en las instituciones penitenciarias.
Las condiciones de vida dentro de las prisiones cubanas se han agravado de forma alarmante, por la falta de alimentación adecuada, escasez de medicamentos, deficiencias en productos de higiene y condiciones generales inaceptables, según reportes de reclusos y sus familiares.
La activista Ania Zamora, madre de Sissi Abascal, una presa política de 26 años condenada a seis años de cárcel por participar en protestas en julio de 2021, dijo al medio Martí Noticias que la crisis afecta a los reclusos y a sus familiares, que "tienen que llevarles de todo".
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