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La crisis sanitaria en Cuba, exacerbada por la falta de medicamentos y la creciente insalubridad, ha llegado a un punto crítico con la propagación del dengue en Pinar del Río y Guantánamo.
A pesar de las advertencias y recomendaciones de los expertos, la ineficiencia del gobierno cubano mantiene a los ciudadanos expuestos a graves riesgos de salud.
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El mosquito Aedes Aegypti, conocido transmisor del dengue, zika y chikungunya, sigue siendo una amenaza latente en Guantánamo.
Según el doctor Leonel Heredia Carpintrú, subdirector del Centro Provincial de Higiene, Epidemiología y Microbiología, julio finaliza con altos índices de infestación, especialmente en los municipios de Guantánamo, Manuel Tames y Caimanera. Solo Yateras y Maisí presentan un panorama favorable.
La situación epidemiológica del dengue es alarmante, con numerosos casos febriles y sospechosos de padecer la fiebre rompehuesos en Guantánamo y otros municipios como Baracoa, Imías y San Antonio del Sur.
Además, el virus de Oropouche también ha sido confirmado en varias áreas, según el Instituto de Medicina Tropical Pedro Kourí.
La falta de productos químicos necesarios para la fumigación, limita los esfuerzos de control del mosquito. Heredia Carpintrú ha instado a la población a colaborar en la lucha antivectorial, pero sin los recursos adecuados, estas medidas resultan insuficientes.
En Pinar del Río, al otro extremo del país, la situación es similar. Guane y San Luis enfrentan transmisión activa de dengue, con casos positivos confirmados.
El doctor Andrés Villar Bahamonde, director del Centro Provincial de Higiene, Epidemiología y Microbiología, ha señalado que el virus de Oropouche también circula en varios municipios, complicando aún más el panorama sanitario.
La ineficacia del gobierno para manejar estos problemas de salud se ve reflejada en las calles llenas de basura sin recolectar, salideros de agua, y vertederos que crean un ambiente propicio para la proliferación de mosquitos, cucarachas y ratones.
La falta de una gestión adecuada de residuos y de campañas de fumigación pone en riesgo a toda la población.
En este contexto, las autoridades de salud han subrayado la importancia de acudir al médico ante cualquier síntoma de fiebre, dolor de cabeza, muscular o en las articulaciones, diarreas, vómitos y manifestaciones respiratorias.
Sin embargo, sin una mejora significativa en las condiciones sanitarias y un abastecimiento adecuado de medicamentos, la lucha contra estas enfermedades continuará siendo una batalla cuesta arriba para los cubanos.
La crítica situación sanitaria en Cuba demanda una respuesta más eficaz y comprometida del gobierno, que hasta ahora ha demostrado ser incapaz de proteger adecuadamente la salud de su población.
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