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La delegación oficial de Cuba ocupó el lugar 32 en el medallero final de los Juegos Olímpicos de París 2024, con saldo de dos preseas de oro, una de plata y seis de bronce, pero, ¿cómo quedaría la isla si se incluyeran los premios de los deportistas que compitieron por otros países?
Primero, toca recordar los principales resultados de la comitiva bajo el amparo deI Instituto Nacional de Deportes, Educación Física y Recreación (INDER), que celebró por todo lo alto los títulos del luchador Mijaín López (greco, 130 kilogramos) y el púgil Erislandy Álvarez (63,5).
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Asimismo, aplaudió la plata Yusneylis Guzmán (lucha libre, 50kg) y los metales bronceados de Yarisleidis Cirilo (canotaje), Arlen López (boxeo, 80), Luis Orta (lucha greco, 67), Rafael Alba (taekwondo, más de 80), Gabriel Rosillo (lucha greco, 97) y Milaimy Marín (lucha libre, 76).
En tanto, el grupo de cubanos bajo otras banderas, que incluyó a 21 atletas, logró ochos metales, divididos en un oro, cuatro platas y tres terceras posiciones.
La corona fue a la cabeza del estelar Jordan Díaz (España) en una competencia de triple salto que dejó un podio completo de exiliados, pues lo secundaron Pedro Pablo Pichardo (Portugal) y Andy Díaz (Italia), en ese orden.
El luchador Yasmani Acosta (Chile/greco, 130), el púgil Loren Berto Alfonso (Azerbaiyán/92) y el voleibolista Wilfredo León (Polonia) culminaron sus presentaciones en el segundo puesto, mientras en bronce cerraron los también boxeadores Enmanuel Reyes (España/92) y Javier Ibáñez (Bulgaria/57).
A todas luces, se puede notar que la diáspora cubana empató en medallas con la comitiva oficial. Dicho esto, toca responder la pregunta: ¿cómo quedaría la isla si se incluyeran los premios de los deportistas que compitieron por otros países?
Tras hurgar en el medallero oficial y sacar cálculos, Cuba hubiese concluido en el puesto 22, con saldo total de tres oros, cinco platas y nueve premios de bronce, y ni así se hubiese cumplido el pronóstico del INDER para su comitiva nacional en París. No obstante, claro está, todo ello queda en el plano de la especulación.
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