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La Empresa Provincial de Transporte de La Habana emitió un comunicado oficial sobre un insólito incidente ocurrido el pasado 6 de septiembre, cuando un ciudadano subió a un ómnibus P1 con una carretilla cargada con 11 sacos de pencas, en plena parada de las calles 31 y 10, en Miramar, municipio Playa.
El hecho se viralizó en redes sociales. Generó indignación y malestar entre los usuarios de los ómnibus metropolitanos, que ven en este incidente un reflejo del deterioro del sistema de transporte en Cuba.
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En las imágenes compartidas en redes, se observa al ciudadano subiendo al ómnibus por la puerta trasera con el permiso del chofer y el cobrador, quienes, según el comunicado de la empresa, permitieron esta "grave indisciplina", violando las normativas de la entidad.
La dirección de la UEB Terminal de Ómnibus Alberro decidió despedir al cobrador, quien estaba contratado por tiempo determinado, y separar definitivamente de la empresa al chofer del ómnibus articulado.
La empresa estatal enfatiza en su nota que este tipo de violaciones serán siempre sancionadas, y cierran el texto agradeciendo a la población por la denuncia.
El transporte en crisis en Cuba
Si bien la empresa ha tomado medidas disciplinarias, este episodio refleja una situación mucho más profunda que afecta el transporte público en la capital cubana.
Las imágenes de un ciudadano cargando sacos de pencas en un ómnibus no solo evidencian la falta de disciplina de algunos trabajadores, sino también la desesperación que se vive en Cuba por la escasez de transporte y el colapso de los servicios básicos.
La falta crónica de combustible, los ómnibus en mal estado y las largas esperas para abordar cualquier medio de transporte son parte del día a día de los habaneros y de los cubanos en sentido general.
Este tipo de incidentes, aunque sorprendentes, no son tan raros en un país donde los ciudadanos deben recurrir a cualquier método disponible para sobrevivir, incluyendo transportar mercancías en ómnibus públicos, que en condiciones normales deberían estar destinados solo al transporte de personas.
Las dificultades para acceder al transporte público en Cuba son un reflejo de la crisis económica generalizada que vive el país, donde la falta de recursos y la mala gestión estatal complican cada vez más la vida cotidiana.
El comunicado de la Empresa Provincial de Transporte, aunque condena el comportamiento del chofer y el cobrador, no aborda las verdaderas causas detrás de la desorganización y precariedad en el sistema de transporte público.
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