El senador cubanoamericano Marco Rubio salió este martes en defensa de Donald Trump, luego de su mitin de campaña en el Madison Square Garden de Nueva York, donde el comediante Tony Hinchcliffe se refirió a Puerto Rico como una "isla flotante de basura".
Las declaraciones del comediante, que han sido criticadas por su tono ofensivo y racista, llevaron a muchos a cuestionar el evento, incluyendo a políticos y medios de comunicación.
Marco Rubio salió en defensa de Trump, afirmando que "Puerto Rico no es basura, es el hogar de conciudadanos estadounidenses que han hecho enormes contribuciones a nuestro país".
El senador también explicó que, aunque algunas personas se sintieron ofendidas por los chistes de Hinchcliffe, esas no eran las palabras de Trump. "Eran chistes de un cómico del insulto que ofende prácticamente a todo el mundo, todo el tiempo... porque eso es lo que hacen los cómicos del insulto", agregó Rubio.
Rubio desvió las críticas criticó a la vicepresidenta Kamala Harris, y afirmó que su gestión ha destruido la economía y permitido que criminales entren ilegalmente al país. "Lo que no es una broma es cómo Kamala Harris destruyó nuestra economía y permitió que peligrosos criminales aterrorizaran a los estadounidenses", declaró.
El congresista también condenó a los "periodistas" que, según él, están ayudando a Harris con su "peligrosa campaña de odio", al comparar a Trump con Hitler y utilizar imágenes de mítines nazis para desacreditar a sus seguidores.
Sin embargo, el lunes la congresista María Elvira Salazar condenó la broma y el senador Rick Scott también denunció estas bromas ofensivas en un comunicado en las redes sociales y se tomó un momento para defender al pueblo de Puerto Rico.
En respuesta a la controversia, la campaña de Trump desmintió que las bromas de Hinchcliffe reflejaran las opiniones del expresidente. "Esta broma no refleja las opiniones del presidente Trump ni de la campaña", dijo Danielle Alvarez, asesora principal de la campaña.
A pesar de los comentarios racistas del comediante, el candidato republicano a las elecciones presidenciales de la próxima semana consideró el evento como un “festival de amor”.
Sin embargo los aliados del exmandatario expresaron preocupación por cómo este mitin podría distraer de su mensaje de campaña en un momento crucial, a solo una semana de las elecciones.
Los demócratas, por su parte, no perdieron tiempo e intensificaron el lunes sus ataques contra el rival de Kamala Harris, luego de que el comentario sobre Puerto Rico suscitara una amplia condena y evidenciara el creciente poder de un grupo latino clave en el estado indeciso de Pensilvania.
Harris describió el mitin de Trump en el Madison Square Garden como "más vívido de lo habitual" y dijo que "aviva el combustible del odio"; mientras el presidente Joe Biden calificó el mitin de "simplemente vergonzoso".
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