El malestar por los apagones prolongados en La Habana y otras provincias cubanas continúa aumentando, según los comentarios de los usuarios en un reciente post de la Unión Eléctrica (UNE) que anunciaba el restablecimiento del servicio en casi la mitad de los circuitos.
A raíz del paso del huracán Rafael y las consecuentes afectaciones en la deteriorada infraestructura eléctrica del país, cientos de miles de habaneros enfrentan más de 72 horas sin electricidad, lo que ha desatado una oleada de quejas y denuncias en redes sociales.
Aunque considerada prioritaria en la restauración del servicio eléctrico, la capital cubana sigue enfrentando problemas críticos, como señalaron varios de los internautas que se desahogaron en los comentarios de las redes sociales de la UNE.
Una usuaria expresó su frustración al señalar que su área, en 23 y 42, llevaba más de 80 horas sin corriente y sin cables caídos que expliquen la demora.
Un residente de Arroyo Naranjo, describió cómo la comida de su hogar se está echando a perder tras cuatro días sin electricidad, evidenciando la desesperación y la impotencia ante la falta de respuestas.
El descontento también se hizo evidente fuera de la capital. Un usuario comentó: "Eso es lo único que les importa, La Habana, mientras que el oriente todavía se está muriendo de los apagones".
Las provincias más alejadas de la capital, como Pinar del Río y Camagüey, han enfrentado hasta 72 horas sin servicio, una situación que otra usuaria describió con escepticismo: "Si esta es la situación de La Habana, no quiero ver en qué siglo tendrán servicio en Artemisa".
Las denuncias no solo se centran en la falta de electricidad, sino también en la falta de gestión y comunicación efectiva por parte de la UNE.
Desde Playa Querejeta, una cubana criticó la lentitud en las reparaciones y relató cómo los alimentos y productos básicos se están perdiendo debido a la imposibilidad de conservarlos sin electricidad.
Por su parte, un vecino de Miramar advirtió (al igual que muchos otros) del peligro que representan los postes de electricidad caídos tras el paso del huracán. "Un árbol caído atraviesa la calle y el tendido eléctrico está en el suelo; no se ha visto un solo carro trabajando o haciendo diagnóstico alguno", denunció.
Otra de las quejas recurrentes es la desigualdad en la asignación de recursos. Un internauta subrayó: "Es una falta de respeto esta publicación, solo el 48% y mira la cantidad de MW servidos en la capital, mientras las demás provincias tienen apagones de más de 14 horas al día". Esta percepción de desigualdad ha alimentado un sentimiento de abandono en las comunidades más alejadas de la capital.
Por su parte, otra usuaria mencionó cómo los vehículos de la UNE pasaron sin detenerse después de reportar una explosión en el tendido eléctrico, y criticó que solo advirtieran a los vecinos de cuidar que nadie se robara los cables porque "no habría para reponerlos", obviando el peligro potencial del escenario.
A continuación, CiberCuba presenta una muestra de los comentarios dejados por los usuarios en las redes sociales de la UNE:
"Si está al 48% y hay 312 MW, La Habana consume casi toda la corriente del país; con razón tenemos que estar a oscuras todos los días".
"En Marianao, una cuadra y media sin corriente, producto de un árbol caído hace 4 días y no lo han recogido".
"Gracias a la capital, el resto del país hundido otra vez".
"Llevamos más de 72 horas sin corriente y el tendido eléctrico está en la calle. Cuando alguien salga herido, entonces van a tomar medidas".
"Lo único que les preocupa es La Habana, y en Pinar del Río llevamos 72 horas sin corriente y sin aspiraciones de conectarlo al SEN".
"La Habana sola consume 700 MW. Imaginen que en Cienfuegos con 50 MW se apaga casi todo".
"Necesitan una termoeléctrica especial solo para ellos".
"Nuevo Vedado una parte sin servicio hace casi 72 horas".
"En Centro Habana no bombean; llevamos 5 días sin agua".
"La Habana solo conoce apagones de esta envergadura por situaciones climatológicas; si no, ni en sueños".
Protestas en la capital de Cuba
Las protestas por los prolongados apagones en Cuba han cobrado fuerza en las últimas semanas, con cacerolazos y manifestaciones en distintos barrios de La Habana.
Este viernes, vecinos de Nuevo Vedado llevaron a cabo una jornada de protesta marcada por el sonido de cacerolas y consignas exigiendo el restablecimiento del servicio eléctrico tras más de 72 horas sin luz.
En otro punto de la capital, los residentes de Guanabacoa también alzaron su voz en un cacerolazo que evidenció el hartazgo generalizado.
Los ciudadanos, enfrentando cortes de electricidad que impactan severamente su calidad de vida, utilizaron esta forma de protesta para visibilizar su situación y exigir soluciones inmediatas.
Las protestas en ambos lugares subrayan la crítica situación que atraviesa la infraestructura eléctrica del país y la incapacidad de las autoridades para restablecer el servicio en un plazo razonable.
Este descontento se ha extendido a otras zonas de la isla, donde las interrupciones prolongadas y la falta de comunicación efectiva por parte de la UNE alimentan un sentimiento de abandono y desesperación.
Las manifestaciones pacíficas y el uso de cacerolas como símbolo de protesta reflejan la resiliencia de los cubanos frente a un contexto de crisis energética que sigue sin encontrar soluciones claras.
El aumento de estas acciones demuestra que los cubanos están perdiendo la paciencia y, en muchos casos, enfrentándose a posibles represalias para hacer valer su derecho a condiciones de vida dignas.
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